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El Barça, un campeón desde el inicio hasta el final

Administró la ventaja adquirida en una primera vuelta récord (55 puntos de 57 posibles) y superó el golpe de la enfermedad de Tito Vilanova

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Líder desde la primera jornada hasta la última, desde aquel 5-1 a la Real Sociedad, el 19 de agosto de 2012, cuando todavía era una incógnita cómo iba a asimilar el Barça el relevo técnico en el banquillo, el ascenso de Tito Vilanova tras el adiós de Pep Guardiola. Aunque el equipo perdió cierta consistencia defensiva y presionó con menor intensidad en campo contrario, fue más directo en ataque y Leo Messi siguió con el apetito insaciable de goles que le había llevado en la temporada anterior a lograr el ‘Pichichi’ con 50 dianas, el mejor registro de la historia.

Desde el principio se advirtió que no era un Barça que controlaba los partidos desde el primer minuto al último como en el pasado reciente. Sufría lagunas y puntuales desbarajustes defensivos, pero lo arreglaba todo con su potencial ofensivo y un carácter digno de elogio, una actitud que había desaparecido en parte en el último año de Guardiola. Había una voluntad colectiva de demostrar que también se podían ganar títulos sin el gurú en el banquillo, todos querían ayudar a Tito Vilanova en sus primeros meses en el mando, sabiendo que tenía la lupa del exigente entorno azulgrana sobre su cabeza. Y así el Barça fue sumando victorias, algunas muy sufridas tras remontadas casi imposibles, como el 1-2 en Pamplona o el 2-3 en Sevilla; otras muy trabajadas en el Camp Nou ante Valencia (1-0) o Granada (2-0 en los últimos minutos).

Partido tras partido, el Barça de Tito Vilanova fue creciendo hasta completar una primera vuelta casi perfecta en la que puso los cimientos al título de Liga, sacando una ventaja casi definitiva a un Madrid despistado por los conflictos de José Mourinho, quien sin Guardiola como rival buscó a los enemigos que tanta energía le dan en su propia casa. El Atlético de Simeone sí se convirtió en un perseguidor tozudo que obligó al equipo azulgrana a no relajarse.

El resultado fue el récord histórico de puntos en la primera vuelta: 55 de 57 posibles, 18 victorias y un único empate, el 2-2 frente al Madrid en el Camp Nou. Tito Vilanova había superado la mejor primera vuelta de su exjefe Pep Guardiola: 52 puntos en la temporada 2010-11. Messi, con 28 goles en esa fase del campeonato, había compensado un hecho al que no se le dio demasiada importancia: tras cuatro años siendo el equipo menos goleado, esta vez el ‘Zamora’ se escapaba.

Preocupante noticia

La primera vuelta, sin embargo, acabó con una noticia que amenazó con destruir el castillo que entre todos estaban levantando. Tito Vilanova fue operado antes de Navidad con carácter de urgencia del cáncer en la glándula parótida que ya le obligó a pasar por el quirófano en 2011. Inició el tratamiento de quimioterapia y radioterapia de inmediato. Aunque todavía se le vio en el banquillo a principios de 2013, se marchó dos meses a Nueva York para ponerse en manos de especialistas. Jordi Roura, su segundo, sin apenas experiencia en los banquillos, cogió las riendas, siempre en permanente contacto vía telefónica o por videoconferencia con Tito Vilanova. La plantilla, con Puyol, Xavi, Iniesta, Valdés y Messi al frente, se unió para que la enfermedad del entrenador no afectara al rendimiento. La sospecha de la autogestión se apoderó durante unas semanas del Barça.

La ausencia temporal de Tito Vilanova, el exigente calendario de enero y febrero con Copa y Liga de Campeones, el ‘palo’ ante el Madrid en semifinales de la competición del KO, el 2-0 de Milán que obligó a una remontada épica, el anuncio de Víctor Valdés de que no renovaría su contrato en 2014, el lógico y humano bajón físico de Messi que no le impidió encadenar 19 jornadas seguidas marcando… El Barça disminuyó su ritmo desde el inicio de la segunda vuelta, cayendo en Anoeta ante la Real por 3-2, su primera derrota. Pero la amplia ventaja que llevaba le permitió relativizar incluso la derrota en el Bernabéu contra un Madrid (2-1) que siguió sin inquietar a 13 puntos de distancia.

Con menos frescura, por fin haciendo unas rotaciones que se retrasaron demasiado, el Barça pudo administrar su ventaja hasta reconquistar el título, el cuarto de los últimos cinco años tras cederlo al Madrid en la temporada 2011-12. Ver a Tito Vilanova en el banquillo y a Éric Abidal en el césped tras sus enfermedades alegró además a todos los corazones culés por encima del 4-0 europeo en Múnich, un resultado que anima al club a reforzarse para la próxima temporada ya no solo para la Liga de Campeones, sino también para mantener la hegemonía en la Liga y para intentar ser un poco menos ‘Messidependiente’. El argentino acabará la Liga, si su estado físico se lo permite, intentando superar su récord de 50 goles.