Inversión

La mejor inversión, el mejor negocio, a medio y largo plazo, es hacerlo en educación. Pero invertir no quiere decir tirar el dinero. Una buena inversión es estudiar las causas del fracaso y tener una buena dosis de humildad para reconocer los caminos equivocados, apartándose de «fundamentalismos» y prejuicios decimonónicos. Luego llegó el manoseado término del progresismo que se acogió a las ideas liberales, y resultado de esta mezcla explosiva ha llegado el empobrecimiento de la sociedad, al menos de la española. Sin líderes razonables y dirigidos por resentimientos anticlericales, cifra su éxito en conseguir ahogar la enseñanza privada en «manos de la Iglesia».

Seamos claros, que nos chupamos el dedo. No les importa, les tiene sin cuidado el fracaso escolar. No se avienen a razones y no quieren ver, están cegados por la aversión, el dinero que les ahorra la enseñanza religiosa. Y les han obligado a la enseñanza mixta, o como la llamen, un rotundo fracaso.

Si hubiese un parón de un solo año en la enseñanza privada y les exigieran a estos políticos laicistas escolarizar a todo el mundo, lo que pasaría a la enseñanza pública se nombraría en los anales de la historia. Todos los escolares tendrían derecho a una escolarización.

Piensen 'enseñadores' estatales que esto pueda llegar, por extrapolación, a la enseñanza religiosa. Tendrían que pasar Vds. por el aro y dejar que cada cual optase. Verían quien optaba por la enseñanza que preconizan en todos los países civilizados.