Chamizo insinúa su despedida
SEVILLAActualizado:«La cortesía podría aconsejar una despedida más solemne, pero desconozco si eso es oportuno». De esta forma insinuó ayer José Chamizo su despedida del cargo de Defensor del Pueblo en la que podría ser su última intervención en el Parlamento.
El sacerdote José Chamizo lleva 16 años como Defensor del Pueblo y pocos en Andalucía recuerdan a alguien que no sea él como responsable de la oficina que atiende las quejas ciudadanas ante las administraciones. Su mandato expiró en marzo del pasado año y desde entonces ejerce en funciones. Es conocido que Chamizo quiere seguir en el cargo. Él mismo ha confesado que le gustaría continuar hasta que la crisis remonte. Sin embargo, tanto PP como PSOE parecen dispuestos a renovar la institución con otro nombre. Los dos partidos e Izquierda Unida mantendrá otra reunión hoy o mañana para abordar la renovación del Defensor y de la dirección de la RTVA, entre otros órganos parlamentarios, según confirmó la consejera de Presidencia, Susana Díaz.
Conocedor de las reuniones, Chamizo quiso despedirse a su modo en su intervención ayer para exponer el balance de actuaciones de la oficina del año 2012. «La responsabilidad exige nuevos planes y proyectos, pero corro el riesgo de parecer precipitado», manifestó para justificar que no anunciara tarea para el futuro. Chamizo quiso de esta forma expresar que desconoce oficialmente si continuará o no. Nadie le ha comunicado nada. «Me ceñiré a la única certeza: estar en funciones significa funcionar», declaró con ironía para añadir en el mismo tono que seguirá trabajando mientras no le digan lo contrario. «Como ven, trabajo no me va a faltar», en referencia a las 8.331 consultas recibidas.
Antes había subrayado el aumento del trabajo de la oficina a medida que la crisis se ha ido agravando. Enfatizó sobre la situación de paro en Andalucía, con 1,4 millones desempleados, lo que da lugar a situaciones de exclusión social y a un aumento de quejas sobre dependencia y vivienda. «El Defensor está trabajando más como institución, porque aumenta el número de quejas y se aprecia una falta de cauces de expresión ante el malestar o las necesidades de amplios sectores sociales», argumentó.
Los portavoces obviaron hablar de la renovación del Defensor y tampoco hicieron alusión al hecho de que se le pudiera estar despidiendo. Para la designación del Defensor del Pueblo por el Parlamento es necesario el consenso de todos los grupos políticos.