De la Concha admite duplicidades entre el Cervantes y Exteriores
MADRID. Actualizado: GuardarLa tensión entre los ministerios de Cultura y Exteriores ha sido constante desde la creación en 1991 del Instituto Cervantes, que depende de ambos. La reconoce ahora tácitamente el actual director de la institución, Víctor García de la Concha, que admitió en el Senado que hay duplicidades entre la actividad cultural del Cervantes y la que llevan a cabo las embajadas españolas. Así lo manifestó ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara alta, en la que reconoció que la voluntad del Gobierno es alcanzar una unidad de acción. Para evitar unas duplicidades que De la Concha extendió a la Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo y, «últimamente también a Acción Cultural Española», trabaja ya una comisión específica.
Explicó el director del Cervantes y exdirector de la RAE que por la «reducción drástica de gastos» forzada por la fuerte restricción presupuestaria se mantienen abiertos todos los centros del Instituto. Se han reducido sensiblemente las actividades culturales «pero no la excelencia», según afirmó un García de la Concha que confía en aumentar los ingresos del Cervantes mediante la venta de algunos edificios.
De la Concha tuvo que afrontar las críticas de los senadores nacionalistas, que le recriminaron falta de apoyo a las lenguas cooficiales desde el Cervantes, por más que el director esgrimiera una mayor dedicación del Instituto al catalán, euskera y gallego. El senador Iñaki Anasagasti le recriminó que las lenguas cooficiales «sean tratadas como el hermano pobre y enfermo». En el mismo registro se movieron los portavoces de los grupos de Entesa, Joan Sabaté, y de CiU, Joan Baptista Bagué, para quienes la protección a estas lenguas es «retórica».