Perico Delgado: «La obligación del casco desincentivará el uso de la bicicleta»
El ciclista, que se suma al PSOE en contra de esta medida, considera que ante el atropello de un coche “no sirve de nada”
MADRIDActualizado:El ciclista Pedro Delgado, ganador de un Tour de Francia y dos Vueltas a España, defiende que el casco no sea obligatorio en ciudad, ya que esta medida se convertiría en un obstáculo para la promoción del uso urbano de la bicicleta. Así lo explicó este martes ante los diputados del Grupo Socialista durante un acto celebrado en el Congreso para mostrar la oposición a la propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) de implantar como obligatorio el casco entre los usuarios de la bicicleta en vías urbanas.
En su intervención, Delgado aseguró que es partidario de que cada uno decida si se pone o no el casco, a la vez que calificó como «desproporcionada» la reforma del Reglamento de Circulación presentada por la DGT respecto a esta medida y, a la vez, «contraproducente» porque considera que «desincentivará el uso de las bicicletas» en ciudad. De esta manera recordó que en Australia y Nueva Zelanda, donde es obligatorio por ley, el uso de la bici descendió hasta un 40%.
El ciclista argumentó que los accidentes en los que esté implicada una bicicleta no se van a evitar, porque «siempre va a haber alguno que tendrá un mal encuentro con la bicicleta, el coche o la moto». Pero en caso de que sea un coche el que arrolle al ciclista «el casco no sirve para nada».
Cese de Seguí
Durante el acto también estuvieron presentes representantes de la Coordinadora en defensa de la Bici (ConBici), que ha iniciado una recogida de firmas para solicitar la destitución de la directora general de Tráfico, María Seguí, por su empeño de imponer el casco. ConBici recuerda que el uso del casco para los ciclistas adultos «no es obligatorio en ningún país europeo».
Además, asegura que «la obligación de su uso en las vías interurbanas ni siquiera ha podido evitar que España se coloque a la cabeza de los países europeos en siniestralidad ciclista en carretera». Por ello, ConBici defiende que «la mejor garantía para la seguridad, no solo de los ciclistas sino del tráfico en general, es aumentar el número de ciclistas en la vía pública, mediante políticas adecuadas de fomento, como las que se llevan a cabo en los países líderes de Europa (Holanda, Dinamarca, Alemania...), donde el uso del casco no es obligatorio, ni siquiera en vías interurbanas».
Por lo general, los asuntos de tráfico y seguridad vial han estado siempre acompañados del consenso entre todos los grupos políticos, con mayores o menores matizaciones. Sin embargo, el asunto del casco, por encima del aumento de las velocidades máximas en autovía y autopista –tal como contempla la reforma del Reglamento-, ha unido a toda la oposición contra el Gobierno.
El Grupo Socialista presentó un manifiesto en contra de las medidas que pretende poner en marcha la DGT –además del uso obligatorio del casco en las vías urbanas, propone que las bicicletas circulen por el carril de la derecha, lo que también, aseguran, atenta contra la seguridad– y que insta al Gobierno a reconsiderarlas, «teniendo en cuenta las opiniones de los usuarios y de asociaciones probicicleta en implantar medidas de seguridad activas para mejorar la prevención de accidentes de ciclistas». El manifiesto recoge también que los municipios impulsarán iniciativas en plenos municipales y asambleas y parlamentos autonómicos para la retirada del uso obligatorio.
El portavoz del Grupo Socialista en materia de Seguridad Vial, Carlos Corcuera, insistió en que la obligatoriedad del casco «va a incidir negativamente en la presencia de las bicicletas en las ciudades». Corcuera criticó también a María Seguí por afirmar que aprobará la reforma «contra viento y marea» y establecer un paralelismo «injusto» con el uso obligatorio de casco para motocicletas o del cinturón en los automóviles.
El diputado socialista añadió que no hay argumentos que avalen esta la imposición del casco, elemento de seguridad que está indicado para pequeños golpes, y en ningún caso evita lesiones graves que pudieran producirse. Por ello, Corcuera añadió que su uso deber ser «recomendado, pero no obligado».