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Moteros sí o sí

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C uando las cosas se ponen feas puedes hacer dos cosas: dejar de luchar y tirar la toalla si ya no te queda aliento o intentar, a duras penas, seguir adelante sin que decaiga la esperanza del 'mañana más'. Pues de lo segundo se ha dado un buen ejemplo este fin de semana en El Puerto. A pesar de que la crisis sigue con sus insistentes azotes, los hosteleros de la ciudad han dado todo de sí en este Gran Premio para resucitar el turismo en uno de los municipios de la provincia que más ha sentido la bajada de este tipo de consumo. Han contado además con el empujón del Ayuntamiento que, por fin, ha sido consciente de que si no se cedía un poco se iba a terminar perdiendo todo. Abrir El Puerto a las motos ha sido una postura arriesgada pero muy acertada. Se podía ir de las manos y ha estado controlada en todo momento. Ha vuelto a oler de nuevo a goma quemada y a gasolina en el centro, y eso, aunque haya a quien le moleste, salva sueldos a fin de mes. Lo que mucha gente ha pasado por alto es que no se puede ser más permisivo de lo que se ha sido. Hay dos sentencias de los años álgidos de la movida motera que lo impiden. Quebrantar esa sentencia sería cometer un delito y no está el mundo político para meter la pata.

La pena es que no se sea consciente de las oportunidades que se tienen. El Gran Premio mueve a miles de personas y eso hay que aprovecharlo sí o sí. Ya no hay alternativa. La centena de barcos que ocupaban el muelle ya no están. Tampoco las decenas de bodegas que empleaban a arrumbadores, toneleros, comerciantes. ni tan siquiera la existencia de tres polígonos industriales sirven para el reflote con guantazos como el de Visteon. Así que, no nos andemos con más sandeces y aprovechemos lo que podamos porque cuantas más habitaciones se reserven, más alquileres se hagan y más platos se sirvan, mayor será el alivio en muchos hogares portuenses y de la provincia. Y si alguien se pone tonto con lo del ruido que luego no se lamente si su hijo o vecino no llega a fin de mes. O que se ande con las mismas exquisiteces cuando lleguen los tambores el Día de la Patrona o la Semana Santa.

Pero en esta oportunidad también hay cosas que mejorar. Cada año se echa en falta alguna acción más contundente del equipo municipal de Turismo. Instalar por ejemplo una caseta dedicada a la ciudad en medio de tanto público que dé información sobre ella y venda sus virtudes sería un buen intento. Si se gastan miles de euros en ir a Fitur, ¿por qué no se apuesta por dar más atención a los turistas si vienen e invitarles a que vuelvan siempre que quieran? Abramos la puerta.