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Recreación del paso de las tropas napoleónicas alos pies de la Iglesia de Santa Ana. :: A. ROMERO
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Una lucha para la historia

Los algodonaleños, con la ayuda de asociaciones históricas, vuelven a homenajear a sus antepasados que hicieron frente a la invasión francesa Algodonales vuelve a celebrar su Recreación del 2 de mayo de 1810

ANTONIO ROMERO
| ALGODONALES.Actualizado:

237 muertos, un pueblo prácticamente arrasado y decenas de vivienda en llamas. Ese fue el triste balance que el 2 de mayo de 1810 dejó en la entonces pedanía zahareña de Algodonales, que fue objeto de la invasión francesa que protagonizó el ejército de Napoleón. A pesar de las desigualdades que ofrecía la contienda, los lugareños tomaron palos, rastrillos y otros enseres propios de las labores del campo para resistirse al invasor y luchar por lo que era suyo. Este acto heróico, en plena Guerra de la Independencia, hizo que Fernando VII le otorgara al municipio el título de villazgo y le diera su independencia.

La historia ha dejado tanta huella en la localidad que incluso en el escudo del pueblo se puede observar una casa en llamas, haciendo alusión a estos hechos. No obstante, ayer no era el momento de rescatar luchas y enfrentamientos del pasado sino de rememorar a los antepasados y disfrutar de la que se ha convertido en la fiesta más importante del pueblo en solo 8 años. La novena edición de la Recreación Histórica ha vuelto a ser la muestra de que Algodonales está volcado con su fiesta y que sus vecinos siguen trabajando durante todo el año para dar vida a una celebración que muestran con orgullo. Miles de visitantes volvieron a quedarse embobados con la regresión en el tiempo que experimenta la localidad estos días y disfrutaron de las luchas cuerpo a cuerpo, las escaramuzas y las batallas, además de la música, los bailes típicos y una excelente gastronomía que cada vez tiene más importancia en la celebración.

Olor a pólvora

El olor a pólvora impregnaba cada rincón de una plaza que, a los pies de la Iglesia Santa Ana, se volvió a transportar 200 años en la línea del tiempo para rescatar las calles de tierra y las tabernas de antaño. Miembros de asociaciones históricas de todo el país y vecinos del municipio volvieron a interpretar a la perfección sus papeles para hacer que los espectadores se adentratan de lleno en todo lo que la historia cuenta que pudo suceder aquel 2 de mayo de 1810. Cañonazos y disparos, de trabucos y fusiles con bayoneta, macaron el paso de una contienda muy desigual.