La población suní huye de los combates en Banias
Actualizado:Cientos de civiles salieron de sus casas con lo puesto y huyeron de los combates que desde el jueves se producen en Banias y sus distritos vecinos, situados al noroeste del país. El primer estallido de violencia se produjo en Al Baida con al menos cincuenta muertos, según los opositores, y le siguió Ras Al Nabaa donde, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, aparecieron «62 cuerpos, 14 de los ellos niños, pero esta cifra puede aumentar ya que decenas de ciudadanos están desaparecidos». La oposición califica la situación en Banias, puerta de entrada a la costa y montaña donde reside el grueso de la población alauita del país, grupo derivado del chiismo al que pertenece el presidente, de «limpieza étnica contra los sunitas», secta mayoritaria en el país.
Como en anteriores «masacres» denunciadas por la oposición el esquema seguido por las fuerzas de seguridad habría consistido en sitiar y bombardear las localidades para dar paso posteriormente a la entrada de paramilitares o 'shabiha' a quienes acusan de ejecutar a civiles. En esta ocasión los opositores se refieren al recién creado Ejército de Defensa Nacional como el responsable de los ajusticiamientos, se trata del nuevo brazo armado creado por Damasco para intentar regular la situación de sus 'shabiha' y está formado por paramilitares pertenecientes a las confesiones minoritarias en Siria (alauitas, cristianos y drusos). Las fotos y videos difundidos por activistas en Internet muestran imágenes terribles de cuerpos de mujeres y niños en charcos de sangre.
En este ambiente, Bashar el-Asad realizó su segunda aparición pública de la semana tras la visita a una central eléctrica el miércoles con motivo del Día de los Trabajadores. El presidente acudió a la Universidad de Damasco para participar «junto a miles de estudiantes, en presencia de los familiares de los fallecidos, en el descubrimiento del memorial de los mártires de las universidades sirias», recogió la agencia Sana.