Los líderes del PSOE ponen la presión sobre Rubalcaba
Los aspirantes, aún virtuales, a las elecciones de 2014 quieren un revulsivo desde arriba para optar con garantías a recuperar el poder
Actualizado:«Que Zapatero diga que no volverá a ser candidato -decían muchos 'barones' del PSOE en el año 2010-. No podemos permitir que las elecciones se conviertan en un plebiscito sobre su continuidad». Pasó el tiempo y el expresidente del Gobierno les hizo caso. Acabó sucumbiendo a la presión. Mes y medio antes de las autonómicas confirmó que no se presentaría a la reelección, aunque sirvió de poco. La derrota fue estrepitosa. Tres años después, el debate en el ya primer partido de la oposición se repite, pero ahora tiene otro protagonista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Resulta evidente que la teoría de los vasos comunicantes ha dejado de funcionar entre los dos partidos mayoritarios. Dicho de otro modo, el miedo de los líderes territoriales del PP no se traduce, quizá por primera vez en más de dos décadas, en expectativas claras para los del PSOE que, como ocurrió en la legislatura pasada, han empezado a llamar a las puertas de Ferraz para exigir un golpe de efecto.
La demoledora encuesta publicada el pasado viernes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) -en la que se aprecia que, mientras el PP ha caído un punto en intención de voto, en el último trimestre, el PSOE ha perdido dos- no ha hecho sino ratificar en sus opiniones a quienes, desde hace meses, insisten en que hay que dejar claro ya cuál será el calendario de las primarias abiertas en las que se debe elegir al candidato a la presidencia del Gobierno y exigen acelerar el proceso. Más que nunca, creen que hace falta escenificar renovación.
El nerviosismo es palpable en dirigentes como el castellano-manchego Emiliano García-Page; uno de los pocos que, conforme a los sondeos, tiene posibilidades ciertas de tocar poder. Este jueves, se saltó una barrera que hasta ahora nadie había osado traspasar (y menos aún nadie que hubiera apoyado a Rubalcaba en el 38 Congreso) y anticipó el adiós del exministro del Interior.
Amortizado
A pesar de que él no ha dicho aún que no quiera optar al puesto, y de que en su núcleo más cercano afirman que no lo tiene decidido, García-Page dio al actual líder del partido por amortizado. «Me da toda la impresión de que de haber un proceso abierto de primarias -dijo en Antena 3- lo va a ser sin la candidatura del secretario general». El condicional tampoco es baladí, porque no falta quien afirma que esta situación no se arregla con primarias sino con un congreso extraordinario.
Castilla La-Mancha, gobernada por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, está a tiro del PSOE, como lo está, según los sondeos, Extremadura, donde los populares gobiernan gracias al apoyo de Izquierda Unida. Los socialistas sostienen que la pérdida de la mayoría absoluta del partido gubernamental en la Comunidad de Madrid es un hecho constatado por numerosas encuestas desde hace meses e incluso ven ciertas oportunidades de gobernar en Valencia, Barcelona y Sevilla. Pero no niegan que, de lograrlo, en muchos casos estarán obligados a formar pactos inciertos con partidos minoritarios.
Curiosamente, más que a las elecciones primarias que celebrarán a finales de 2014 en sus territorios, los 'barones' lo fían todo a un tirón desde arriba.