'PERFORMANCE' DE GORDILLO

E L Gobierno andaluz ha aprobado esta semana el decreto contra la exclusión social cuya principal novedad son 44 millones de euros para sufragar el llamado salario social y los 16 millones para alimentar a familias sin recursos. La Junta asume así la realidad que hay en Andalucía, donde los hogares sin ingresos se han triplicado desde que empezó la crisis. Ya son más de cien mil las familias con todos sus miembros en el paro.

Coincide esta medida con una nueva protesta del sindicato SAT y uno de sus líderes, Juan Manuel Sánchez Gordillo, quienes han vuelto a ocupar una finca del Estado que consideran improductiva para que pueda entregarse a cooperativas de trabajadores que la exploten. Gordillo y el Gobierno de la Junta coinciden en reconocer que hay una situación alarmante, de numerosas familias con problemas para alimentarse. Esto fue lo que condujo al alcalde de Marinaleda a protagonizar la cruzada contra los supermercados de este verano, llevándose carros de comida por las bravas.

Pero hay más concomitancias entre la Junta y Gordillo. Coincide que es diputado de Izquierda Unida, formación que gobierna con el PSOE en la Junta de Andalucía y que su jefe político, Diego Valderas, es además titular de la consejería que lleva los asuntos relacionados con las ONG y la solidaridad alimentaria. Es quien da dinero al banco de alimentos, por ejemplo. Sucede también que su grupo político lidera una iniciativa en el Parlamento y en la Junta para constituir el banco de tierras andaluz, con el que pretenden poner en acción las tierras públicas autonómicas que no se logran vender porque no hay dinero para comprarlas.

Quienes conocen a Gordillo coinciden en señalarle como una persona altruista y de buenas intenciones. Se ha rebelado siempre contra el pacto de gobierno de Izquierda Unida con el PSOE, lo cual utiliza como coartada para cometer tales contradicciones en sus actividades sindicales. El dirigente de Marinaleda no se siente cómodo en el traje de partido gobernante, pero es lo que es. En IU le tienen como un verso suelto. El PSOE hace como si no fuera de Izquierda Unida.

Todos han decidido dejarle ir a su aire como un ser folclórico. Pero no es un folclórico. Es un diputado del Parlamento andaluz. Su eco mediático no viene por las protestas en sí. Hoy hay protestas todos los días en todas las ciudades. El foco de su atención está en la ilegalidad de sus protestas. Siempre lo ha hecho así. Insta a ocupar una finca sin permiso lo mismo que a invadir las vías del AVE. Lo hace como si fuera un antisistema, pero no lo es. Es un diputado cuyo trabajo en el Parlamento consiste en legislar. Ahí está otra contradicción. ¿Puede ser uno legislador y al mismo tiempo instar a burlar las leyes? Es como ser el dueño y el presidente del comité sindical de una empresa.

Me cae bien Gordillo. A todo el mundo le cae bien. Pero su 'performance' ya no es creíble, aunque siga captando focos.