Diego Valderas promete su cargo como vicepresidente en presencia de Griñán y el resto de consejeros el 7 de mayo del pasado año. :: EFE
ANDALUCÍA

Cohabitación sin dinero y sin peleas

PSOE e IU superan el primer año de su gobierno de coalición con pocas medidas, pero efectistasLos dos decretos de abril han salvado la escasa actividad del Consejo de Gobierno por la asfixia financiera y los problemas de liquidez

S EVILLA. Actualizado: Guardar
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El próximo martes se cumple un año de la toma de posesión del Gobierno de coalición inédito entre PSOE e Izquierda Unida en la Junta de Andalucía. Coincidía con la victoria de Hollande en Francia y el nuevo gabinete andaluz echaba a andar con la ambición de convertirse en el laboratorio de izquierdas al sur de Europa frente a la crisis. Otra manera de arrostrar el duro varapalo diario de la sangría de parados y los sustos de los mercados distinta a la contención del déficit público impuesta por Alemania, lo que José Antonio Griñán, presidente del ejecutivo, apellidó «austericidio». Un año después, el matrimonio de conveniencia PSOE-IU goza de buena salud, según ambas formaciones.

Desde el minuto uno Griñán, y su coaligado Diego Valderas, líder de IU, dejaron por sentado una hoja de ruta enmarcada en un acuerdo de 250 puntos, planteado para contrarrestar la política de recortes del Gobierno del PP y salvaguardar los pilares del estado del bienestar: el carácter público de la sanidad, la educación y la atención a dependientes frente a lo que consideran privatizaciones del PP de dichos servicios.

PSOE e IU se muestran satisfechos del primer año de gobierno juntos. Ha habido fricciones «y discusiones apasionadas» -reconoce Diego Valderas-, pero superables. «Yo le daría un suficiente cercano al notable», afirma. Valderas reitera la palabra «resistencia» frente a los recortes de Rajoy como balance del año. Pero también se le puede aplicar a la relación entre PSOE e IU. Ambos han pasado la prueba del algodón de la cohabitación sin mucho ruido. De hecho el PP desistió de meter cuña ante la evidencia de que no iba a haber ruptura con el PP en el Gobierno central. «Somos una sola voz», enfatiza Díaz.

La cohabitación ha sido posible gracias a que IU ha logrado contagiar al PSOE de su radicalismo y a que IU ha cedido en cuestiones sobre las que antes se pronunciaba tajantemente en contra como en el caso de los ERE, opina Ana Corredera. «Hay un pacto por el reparto de sillones», señala.

Brilla más el contagio de IU al PSOE, pero también la formación izquierdista ha tragado con ruedas de molino. Contraria al objetivo del déficit como filosofía, fue disciplinada en la política de ajuste impuesta por la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo.

La falta de liquidez financiera y la dependencia en este sentido del Ministerio de Hacienda para aflojar crédito del Fondo de Liquidez Autonómica, ha sido también ocasiones de lealtad mutua de IU con el PSOE. El primer sapo que tuvo que engullir IU fue respaldar un ajuste de 2.700 millones de euros del Presupuesto de 2012 y luego una bajada del 20% de las inversiones en obra pública en las cuentas de 2013. No obstante, hubo tres diputados de IU que no votaron el ajuste de 2012 y se armó cierto revuelo, pero el PSOE pasó un tupido velo.

Lo mismo hizo con las protestas del diputado de IU Juan Manuel Sánchez Gordillo, que en verano instigó el asalto a supermercados y ocupación de una finca del Estado. «El Gobierno justificó los desmanes de Sánchez Gordillo. La Mesa del Parlamento, con el voto del PSOE e IU, no dejó que se admitiera a trámite su reprobación», dice Corredera.

Para algunos IU ha contagiado al PSOE de radicalismo en algunas cuestiones, para otros al PSOE le ha venido bien ese contagio, que ha sabido vender al ámbito nacional como propias medidas de indudable calado populista. El decreto ley que garantiza la función social de la vivienda es un ejemplo. «Estoy segura que el PSOE no hubiera aprobado en solitario la expropiación a los bancos o las sanciones a los promotores que no alquilen viviendas», dice Corredera. Griñán respaldó abiertamente este decreto liderado por la consejera de Fomento, Elena Cortés, lo mismo que su cruzada contra los desahucios, una de las medidas de mayor eco nacional e internacional.

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Luis Planas, cedió finalmente para plantear al Gobierno de la nación la opinión de la Junta en contra del gasoducto y el almacenamiento de gas natural en Doñana, un caballo de batalla de IU. Planas sacó un decreto para la protección del litoral de aquellas urbanizaciones dormidas en los cajones de los promotores después de las protestas también aireadas por IU contra la urbanización de Valdevaqueros, en Tarifa. Al consejero le cuesta más aceptar lo del banco de tierras y la moratoria contra los transgénicos, aunque su compromiso es buscarle salida legal a ambas peticiones de IU. El decreto ley para la protección del pequeño comercio frente a la libertad de horarios promovida por el Gobierno es otra idea de IU respaldada por el PSOE.

Ajustes ha habido en Educación y Sanidad pese a lo comprometido, pero Andalucía ha resistido para mantener lo público y ha preferido recortar en los conciertos con la privada en ambos departamentos, lo que también entronca con la filosofía de IU, que igualmente ha desterrado la colaboración público privada en obra pública, defendida por el PSOE hace tres años. «Claro que ha habido recortes en Sanidad, 945 millones de euros, y no pueden achacarlo a las tranferencias del Gobierno, que solo ha reducido 15,4 millones», dice Corredera.

Planes de empleo

El Gobierno de coalición ha destinado más de 500 millones a planes de empleo en estos doce meses -que incluye cheques de 400 euros a jóvenes con cargas familiares-, pero lo cierto es que desde aquel plan primero anunciado en julio como primera medida estrella hasta este abril en que se aprobaron los decretos de medidas contra los desahucios y contra la exclusión social, la actividad del Consejo de Gobierno ha sido parca. «Hemos hecho lo que teníamos que hacer ante una situación difícil sin precedentes: crear empleo y proteger a los más débiles», afirma Susana Díaz, consejera de Presidencia. «En un momento de asfixia económica hemos puesto lo más urgente sobre la mesa», añade Valderas. Griñán ha contrarrestado esta ausencia de gestión con un pacto por Andalucía cuyo principal fruto hasta ahora ha sido el acuerdo entre sindicatos y empresarios con la Junta.

Encuestas

PSOE e IU han resistido el primer año sin apenas roces pese a que la realidad económica ha sido más tozuda que la ambición de aquellos días de confraternización con la Francia de Hollande. El mismo presidente francés se encuentra ahora en horas bajas ante su opinión pública.

Andalucía registra un paro de 1.473.700 personas, un 36,87% de su población activa. Medio millón de personas más que el pasado año. El PP lanza que uno de cada cuatro nuevos parados en este último año «están gobernados por el Ejecutivo social-comunista de Andalucía». Mientras desde el Gobierno andaluz se le responde que son datos en términos absolutos, ya que Andalucía es la comunidad más poblada. En proporción, el paro ha crecido más en el último año en comunidades gobernadas por el PP: Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.

Esta realidad tiene reflejo en las encuestas y supone un revés a la celebración del primer año. La del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) conocida este viernes señala a la clase política como tercer problema.El 45% de los encuestados opina que la gestión de la Junta ha sido regular y un 32% que mala o muy mala. El consuelo para la coalición es que la oposición, es decir el PP, sale peor parado: El 47,5% responde que su labor ha sido mala o muy mala. El Gobierno andaluz prepara como antídoto una ley de transparencia que verá la luz este mes. Sería la primera en el año de gobierno de izquierdas.