AGNÉ Y MOURINHO

El fútbol está lleno de entrenadores que se definen por una determinada táctica, ven el juego de una manera y apuestan por atacar o defender. Cada maestrillo tiene su librillo, como recuerda el dicho, aunque en el fondo a todos, como a cualquiera, les gusta que su trabajo sea valorado. Ayer, y casi a la vez, José Mourinho y Raúl Agné lanzaban mensajes sobre ello y de una manera bien distinta. Mientras el primero sacaba una retahíla de entrenadores madridistas para recordar que él en tres años ha hecho más que sus antecesores en casi 20, Agné expresaba lo difícil que es sacar a un equipo de la zona baja llamándose Cádiz CF.

Seguramente los dos tengan razón en dichos mensajes pero no es menos cierto que realmente buscan un reconocimiento a su trabajo al frente del banquillo del Madrid, por un lado, y del equipo cadista, por otro. Son discursos de autocomplacencia o de defensa, como queramos llamarlo. En el caso de Agné, el que mejor conocemos, se vale de números y estadísticas para recordarnos que una vuelta con él en el banquillo amarillo «ha sido buena, de no ser por la falta de suerte que nos ha impedido estar más arriba». De acuerdo, lo compro, es cierto que el Cádiz estaba hundido y Agné lo ha sacado a flote, pero no olvidemos que han tenido oportunidades para estar más arriba en la clasificación y por errores suyos o de sus jugadores, este equipo aún no ha certificado la permanencia.

Volviendo a la comparación con 'Mou', el portugués reconocía el martes que seguiría donde le quisieran. Al respecto, parece que las últimas semanas están convenciendo a Agné para firmar su renovación con el Cádiz, no sabemos si por el 'cariño' de Gaucci o porque espera que su trabajo sea valorado. Sin duda, esto último dependerá de lo que ocurra en estos tres partidos de Liga, periodo que resta antes de hacer balance de un año desastroso para el cadismo.