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La violencia se cuela de nuevo en la campaña paquistaní con el asesinato de su fiscal estrella

Chaudhry Zulfiqar, famoso en el país por investigar la muerte de Benazir Bhutto, fue acribillado a balazos por dos desconocidos

MIKEL AYESTARAN
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A falta de una semana para la cita con las urnas, la campaña electoral paquistaní volvió a quedar eclipsada por la violencia. Dos desconocidos montados en una motocicleta se aproximaron al vehículo del fiscal estrella del país, Chaudhry Zulfiqar, y le acribillaron a balazos cuando salía de su residencia en Islamabad para dirigirse a la audiencia antiterrorista de la vecina Rawalpindi. Su guardaespaldas resultó herido y una transeúnte perdió la vida al ser atropellada por el vehículo fuera de control del fiscal, según fuentes policiales citadas por el diario 'Dawn'.

Zulfiqar acudía a primera hora de la mañana a Rawalpindi para revelar los últimos avances en la investigación del asesinato de Benazir Bhutto, un caso en el que está implicado el exgeneral Pervez Musharraf, en arresto domiciliario desde el 18 de abril. Musharraf, entonces presidente del país, está acusado de no haber proporcionado la seguridad suficiente a la líder del Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) y de obstaculizar el esclarecimiento de su asesinato. Este caso es el que llevó a la Justicia a retirarle de la carrera por la presidencia que le trajo de vuelta a Pakistán después de cuatro años de exilio voluntario en Londres y Dubai, pero tiene además otras dos causas abiertas por la persecución y detención de magistrados y por el asesinato sin esclarecer del líder baluchi Akbar Bugti.

Zulfiqar pudo llegar al hospital de Islamabad con vida, pero murió al poco rato de ingresar a causa de las heridas provocadas por diez impactos de bala en su cuerpo, según los servicios médicos citados por la cadena Geo. Además del caso de Bhutto, este fiscal también tomaba parte en la investigación de los atentados de Bombay de 2009 en los que murieron 166 personas y en los que hubo importante participación de ciudadanos de origen paquistaní.El atentado contra el fiscal es el penúltimo de una campaña electoral que arrancó el 11 de abril. Desde entonces se han producido 42 ataques directos contra mítines políticos que han costado la vida a setenta personas, entre ellas dos candidatos, y herido a 350, según la Comisión Electoral que ha pedido la colaboración del Ejército para asegurar la jornada de voto del próximo sábado. Al poco de conocerse la noticia de la muerte de Zulfiqar los medios paquistaníes informaron de otro asesinato en Karachi, al sur del país. Sadiq Zaman Khattak, candidato parlamentario del Partido Nacional Awami (ANP), falleció tiroteado junto a su hijo de seis años a la salida del rezo del viernes.

Desde que pusiera sus pies en Pakistán, la figura de Musharraf ha estado acompañada por la polémica y la muerte del fiscal que investigaba la causa que le apartó de la carrera por la presidencia no contribuye a calmar las aguas en torno al exdictador. Su vuelta el 24 de marzo supuso la entrada en escena del último general que dio un golpe de Estado en el país. La pasada legislatura fue la primera de los 65 años de historia de Pakistán que finalizó sin que los militares la interrumpieran por la fuerza.