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«Todos idolatraban a Dzhojar»
Una estudiante que salió con el presunto autor de los atentados de Boston cuenta la relación entre los cuatro jóvenes detenidos
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarTenía 19 años, era guapo, inteligente y popular. Dzhojar Tsarnaev, al que sus amigos conocían como Jahar, respondía como un perrito a las órdenes de su hermano mayor, Tamerlán, de 26 años, según ha contado el joven chino al que secuestraron para robarle el automóvil. Sin embargo, entre sus amigos, era el líder.
Así lo ha contado a la revista 'Mother Jones' otra estudiante de la Universidad de Massachusetts Dartmouth que el año pasado salió con el presunto terrorista durante un par de semanas. La joven, que no ha hecho público su nombre, arroja pistas sobre la relación que el menor de los Tsarnaev tenía con otros estudiantes de las repúblicas rusas, detenidos el pasado miércoles por mentir y obstruir a la Justicia para encubrirle.
Los kazajos Dias Kadyrbayev y Azamat Tazhayakov, también de 19 años, eran parte de un grupo de unos cinco amigos de habla rusa que siempre estaban con Tsarnaev. «Todos le idolatraban», contó la chica. «Jahar siempre fue el líder de ese grupo. Dias era probablemente el más cercano a él, pero no puedo decir mucho sobre sus conversaciones porque hablaban en ruso». La tarde del 19 de abril en que la Policía hizo públicas las fotos de los autores, aún sin identificar, Dias le mandó un mensaje de texto a su amigo para decirle que se parecía mucho al autor de los atentados. «LOL», le contestó éste, una abreviatura que viene a significar «me parto de risa». Poco después le dijo que sería mejor que no le escribiese más y que podía ir a su dormitorio a coger «lo que quisiera».
Dzhojar ya no estaba. Les abrió su compañero de cuarto. Se quedaron con él un rato viendo una película para disimular, mientras escrutaban la habitación en busca de algo que pudiera incriminar a su amigo. Así es como descubrieron una mochila con fuegos artificiales ya sin la pólvora. Dias recordó que un mes antes Dzhojar le había dicho que sabía cómo fabricar bombas, y en ese momento entendió que era el autor de los atentados. Para protegerle, se llevó la mochila y su ordenador portátil, que todavía no ha aparecido.
Fuentes de CNN aseguran que sobre las 3 de la madrugada, Dias y Dzhojar cambiaron las fotos de sus páginas de Facebook con 15 minutos de diferencia. Es posible que Dias fuese el autor de ambos cambios, ya que tenía en su posesión el ordenador de su amigo, que en esos momentos ya tenía cuatro tiros en el cuerpo y huía de la Policía.
«Me conquistó»
Su detención es, según los analistas, un aviso para todos los que estuvieron en contacto con él durante los cuatro días transcurridos entre los atentados y su captura. Si sus amigos le hubieran denunciado en cuanto le reconocieron, se podría haber evitado el asesinato del agente Sean Collier, especulan.
La joven entrevistada por 'Mother Jones' no parece guardarse nada. «Le conocí un día que estaba fuera de un edificio apoyado en la pared, y honestamente, su rostro me conquistó el corazón», confiesa. «Me fui directa a él y le dije: '¡Oh, Dios mío, eres adorable! ¿Podemos quedar? Yo soy muy directa'».
Así nació lo que califica de «un romance fugaz», que terminó cuando la invitó a ir sola a su habitación. «El quería llegar más lejos que yo y eso me hizo sentir incómoda. No es que fuera un terrorista, simplemente un adolescente muy tocón».
A la joven le ha costado creer que su amigo Jahar sea el autor de los atentados, pero una vez aceptado lo que no se cree es que lo hiciera por motivos religiosos. «Nunca mencionó nada sobre su religión. Si hubiera sido devoto probablemente no se habría liado conmigo, yo soy de otra religión oriental», explicó. «Si acaso, Dias era más de ese tipo. Una vez en una fiesta hizo algún comentario sobre mi vestido, que consideraba inapropiado porque enseñaba mucho. Aparte de eso nunca me dio la impresión de que fuera un tipo conservador».
Para ella, «no había ninguna señal de que estuvieran locos. Simplemente eran un poco gansos. No les interesaban los estudios, pero, ya sabes, era el primer semestre de la universidad y a nadie le importaban los libros».