La Casa Blanca sopesa armar a los rebeldes sirios
La insurgencia denuncia que el Ejército de El-Ashad ejecutó a decenas de civiles en una aldea de la costa
WASHINGTON. Actualizado: GuardarEl secretario de Defensa de EE UU, Chuck Hagel, reconoció ayer que Estados Unidos está reconsiderando su oposición a proporcionar armamento a los rebeldes que combaten al régimen de Bachar al Asad en Siria. «Armar a los rebeldes es una opción», dijo Hagel en una conferencia de prensa junto a su homólogo británico, Phillip Hammond.
«Miramos y repensamos todas las opciones. No significa que vayamos a hacerlo, porque son opciones que deben ser consideradas con los aliados, con la comunidad internacional. Pero tenemos una responsabilidad de seguir evaluando opciones», agregó Hagel. Precisó que el presidente estadounidense, Barack Obama, no ha tomado una decisión al respecto y que él mismo no ha llegado a una conclusión sobre cómo proceder. «Estoy a favor de explorar todas las opciones y ver cuál es la mejor opción, en coordinación con nuestros aliados internacionales», subrayó Hagel. «Ésta no es una situación estática».
El secretario de Defensa reconoció la semana pasada que los servicios de inteligencia estadounidenses han concluido con «diversos grados de confianza» que en Siria se han empleado armas químicas, especialmente gas sarín, por parte del régimen de Bachar al Asad. Obama había señalado el posible uso de armas químicas como una «línea roja» que le haría reconsiderar la opción militar.
Por su parte, el jefe militar del Ejército Libre de Siria, Salim Idris, envió una carta al presidente de EE UU para pedirle «desesperadamente ayuda» ante los ataques con armas químicas de Assad, que aseguró «ha cruzado ya la línea roja». Por otra parte, decenas de civiles fueron ejecutados ayer a tiros y degollados por fuerzas del régimen sirio en Al Baida, una aldea de la provincia de Tartus, en la costa mediterránea. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que, según testigos presenciales, al menos 50 personas fueron asesinadas, aunque, según algunos testimonios, esa cifra podría sobrepasar el centenar.