![](/cadiz/prensa/noticias/201305/03/fotos/6596164.jpg)
Capriles impugna el resultado de las elecciones venezolanas
Nicolás Maduro, contraataca con una visita a Miranda para exigir a su rival que vele por el «estado más inseguro»
LA HABANA. Actualizado: GuardarEl aumento de la confrontación política en Venezuela tras la trifulca del martes en la Asamblea Nacional está convirtiéndose en un cóctel explosivo de consecuencias impredecibles. Denuncias de agresiones, críticas de ida y vuelta contra el secretario de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, por «injerencista», Nicolás Maduro llevando su «Gobierno de calle» a Miranda para decir que es el Estado más violento e inseguro del país.
Mientras, el gobernador de esa región y rival del heredero del chavismo en los pasados comicios, Henrique Capriles, impugnó ante el Tribunal Supremo de Justicia las elecciones del 14 de abril en las que perdió por unos 250.000 votos. Diputados opositores interpusieron denuncias ante la Policía basados en los informes médicos. María Corina Machado necesita operarse de urgencia por tener rotos cuatro huesos de la región nasal, desviación del tabique y una lesión cervical tras el tirón de pelo que asegura le propinó Nancy Asencio, diputada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). «Fue una agresión salvaje, premeditada y bajo la mirada complaciente del presidente de la Asamblea Nacional (Diosdado Cabello)», dijo. Su colega Julio Borges tiene fractura en el pómulo izquierdo (hueso malar).
Pero Asencio y otra correligionaria del PSUV hicieron lo propio. Acusando a Machado de ser la primera en tirarle del cabello y provocarle una lesión cervical y una fisura en la mano. Los medios oficialistas y antichavistas muestran versiones radicalmente opuestas sobre quienes generaron la bronca. Ante la violencia, Insulza manifestó su preocupación por los incidentes. «Esto refleja, de manera dramática, la ausencia de un diálogo político para resolver, en un clima de paz y entre todos los venezolanos, los asuntos pendientes en ese país». El Gobierno respondía ayer al calificar sus declaraciones de «desmesuradas», «injerencistas», «cínicas» e «inmorales». En una nota, la cancillería lo acusó de estar «en evidente y estrecha coordinación con la Casa Blanca». Y agregó que se busca «generar la percepción de una crisis que amerite su mediación».
'El hijo de Chávez', por su parte, continúa su agenda. Ayer llegó en la cabina del conductor a Los Teques, Miranda. «El estado más inseguro de toda Venezuela. Esa es la verdad. Por eso venga a trabajar con todo el que quiera vivir dignamente en Miranda», espetó Maduro, en clara alusión a que Capriles deje de hacer ruedas de prensa y liderar la protesta opositora.