La Comisión matiza la recesión
Bruselas ha agravado levemente la recesión que estamos padeciendo, que sería este año del 1,5%, en tanto el déficit al final de ejercicio sería del 6,5%
MADRIDActualizado:La previsiones económicas, vengan de donde vengan, han perdido de antemano gran parte de su prestigio por su sistemática insolvencia, incluso aquellas que se realizan a corto plazo. Sin embargo, las de la Comisión Europea son las que nos constriñen, por lo que deberemos tomarlas en consideración de una manera especial. Y esta vez, Bruselas ha agravado levemente la recesión que estamos padeciendo, que sería este año del 1,5% (el Gobierno la ha fijado en el 1,3% del PIB), en tanto el déficit al final de ejercicio sería del 6,5%, dos décimas más que el dato del Gobierno. Con todo, los datos europeos no toman en cuenta el ajuste ya anunciado que realizará España, de unos 3.000 M€, con lo que los déficit se igualan sensiblemente.
Para 2014, las previsiones de la comisión son algo más optimistas que las gubernamentales: el crecimiento será del 0,9% del PIB (el Gobierno había determinado sólo el 0,5%) y el déficit se situará en el 7% (el Gobierno establece el 5,5%). En este caso la Comisión no ha incorporado todavía los sucesivos ajustes proyectados por el Gobierno, con lo que podría decirse que los cálculos de ambas partes son sensiblemente semejantes... siempre que España realice un ajuste del 1,5% del PIB, es decir, de unos 15.000 M€ (se supone que el mantenimiento de las subidas de impuestos –IRPF, sociedades, IBI-, anunciada por Rajoy el pasado viernes, deberá ser la parte fundamental de este ajuste).
Las previsiones de paro son muy semejantes, las dos igualmente sangrantes. Cabe recordar que Olli Rehn calificó el paro español acumulado en la última EPA de “insoportable”, pese a lo cual, y a la advertencia de que España debería hacer lo que fuese para reducirlo, las recetas que maneja la comisión en sus proyectos van precisamente en la dirección opuesta: con este cuadro macroeconómico, España no saldrá de su situación de postración en lo referente al empleo. El Gobierno, además, ha anunciado un recorte de las políticas activas de empleo, algo inconcebible si se piensa que el desempleo es el principal problema de este país, más grave incluso que la rigidez de nuestros compromisos internacionales con respecto a la estabilidad presupuestaria.
En cualquier caso, estas previsiones de la Comisión han justificado la concesión de dos años más para conseguir el equilibrio presupuestario (un déficit inferior al 3% del PIB), dádiva que también se ha otorgado a Francia. Y es digno de mención el hecho de que la mayor bronca de Bruselas ya no ha sido para nuestro país sino para el vecino: París habría sido demasiado optimista en sus previsiones macro y estaría remisa a la hora de llevar a cabo las reformas estructurales que han acometido ya la mayoría de los países de la Eurozona.