Caballero, en la imagen ante el Montilla en El Rosal, ha sido uno de los jugadores más utilizados por Carrillo. :: A. VÁZQUEZ
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Un curso lleno de imprevistos

Más de 30 jugadores han participado esta temporada en un Cádiz B que tiene prácticamente sellada la permanencia a tres jornadas del final de la competición

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Falta poco menos de un mes para acabar la temporada y el Cádiz B ya tiene prácticamente asegurada su presencia en el Grupo X de Tercera de cara al próximo ejercicio. Nueve son los puntos en juego y siete de margen son los que tienen los cadistas sobre el Atlético Antoniano, equipo que actualmente delimita la zona de descenso a Primera Andaluza. Además, y por si fuera poco, seis son los puestos que hay entre gaditanos y lebrijanos, y muchos los duelos directos entre esos rivales en las tres últimas jornadas.

A estas alturas, el filial es undécimo con 43 puntos. Sus números están ahí en una temporada nada sencilla para la entidad cadista. Y es que, con el primer equipo sin certificar aún su permanencia en la división de bronce, las categorías inferiores sí han dado la talla sobre el césped. Desde el ascenso del Cádiz Juvenil entrenado por Pepe Bermúdez hasta la holgada permanencia del Balón de Paco Baena, sin olvidar al Cádiz B, entre otros, los escalafones inferiores han cumplido su labor.

En el segundo equipo de la entidad cadista, Juanma Carrillo ha tenido que tirar de imaginación y mucho trabajo para completar una campaña más que digna. Aunque las informaciones señalan que no continuará la próxima temporada al frente del Cádiz B, el técnico isleño ha cumplido sus objetivos: asegurar la permanencia (está a un paso) y formar jugadores para el primer equipo.

Sin ir más lejos, este curso han sido 31 los futbolistas que han vestido la casaca del filial amarillo. Bien es cierto que Carrillo ha contado con un bloque de jugadores que han liderado el plantel, pero también ha tenido que apoyarse en las categorías inferiores del club.

Jugadores como Israel, Caballero, Gasca, Alberto, Juanmi o Sergio se han erigido en los baluartes de un equipo en el que también han tenido peso futbolistas como Tito No, Gaby, Sana o Titi Romero.

Especial atención merece José Mari. El delantero isleño, seguido muy de cerca por otros clubes (algo que también ha ocurrido con Diego González, entre otros), ha sido una de las grandes sensaciones del ejercicio. Sus lesiones han evitado que complete un curso sobresaliente, pero su presencia ha sido más que notoria.

Esos inconvenientes físicos también se han dejado notar en Víctor Ledesma, Polo, Rubén o Riki, que han sido importantes cuando han estado a punto.

Inconvenientes en el marco

Pero, sin lugar a dudas, el auténtico quebradero de cabeza para Juanma Carrillo ha estado en la portería. El técnico del Cádiz B ha tenido que cambiar con frecuencia de guardameta por distintos motivos. Y es que, si Stancampiano llegó con la vitola de titular y demostró su calidad, no es menos cierto que sus sanciones, lesiones y la posterior subida al primer equipo tras el adiós de Bernabé hicieron que José Antonio (ahora segundo de Aulestia por la lesión de Stancampiano) y Borja contaran con minutos y se fueran formando.

Asimismo, la llegada de refuerzos como Miguel Valiente o Japón, y el ascenso desde el Balón del central Michele, entre otros, han dado otras vertientes a un equipo del que tuvieron que marcharse Juanma, Pedro o Abner. Todo ello sin olvidar las apariciones puntuales de canteranos como Carlos García, Espada, Mario, Israel II, Galindo o Galo.