Gordillo ocupa de nuevo una finca militar para reivindicar el 1 de Mayo

El alcalde de Marinaleda y líder sindicalista, Juan Manuel Sánchez Gordillo, vuelve a la carga. Dos días después de ser citado en los tribunales por la ocupación de una finca militar en Osuna (Sevilla), ha encabezado una nueva ocupación pacífica para reivindicar un puesto de trabajo en el campo con motivo del Primero de Mayo.

El asalto se ha producido a primera hora de la mañana. Centenares de jornaleros de diversos puntos de la comunidad, llegados en autobuses y coches particulares, han llegado a la finca Las Turquillas y han saltado la barrera más cercana a la carretera. La Guardia Civil custodiaba el edificio central, situado a más de un kilómetro, por lo que los jornaleros se han quedado en las inmediaciones. Allí han celebrado una asamblea y han vuelto a denunciar las injusticias que, a su juicio, se viven en el campo andaluz, con miles de hectáreas sin cultivar.

La protesta forma parte de los actos del Sindicato Andaluz de los Trabajadores (SAT) con motivo del Primero de Mayo y para reivindicar el derecho al trabajo en el campo andaluz. El sindicato insiste en que su objetivo no es obtener la propiedad del terreno, sino solo darle uso y generar trabajo en un colectivo, el de los jornaleros, muy afectado por la crisis.

La finca Las Turquillas ya fue ocupada por el SAT el pasado verano, y por ese asalto están imputados el diputado en el Parlamento andaluz y otras 53 personas. El pasado lunes, Sánchez Gordillo estaba citado a declarar, por ser aforado, en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) acusado de los delitos de daños y usurpación. El líder sindicalista se acogió entonces su derecho a no declarar y anunció que volverían a ocupar la finca hoy.

Ese día, a las puertas del alto tribunal, incidió en que la ocupación del pasado verano fue “simbólica, pacífica, tranquila” y no provocó problema "de ningún tipo". El portavoz portavoz nacional del SAT, Diego Cañamero, insistió también en que eran conscientes de que con esta nueva ocupación vendrán nuevos procesos judiciales y más imputaciones, pero que era un coste “asumible” en su batalla por denunciar las injusticias del campo andaluz, que desde el sindicato defienden que debe tener una función social.