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Alemania rechaza que se le pida resolver «los problemas de otros»
El Gobierno germano acuerda con el español un plan para mejorar la capitalización de las pymes que no tiene fecha ni contenidos claros
MADRID. Actualizado: GuardarUna de cal y otra de arena, y «respetuoso» apoyo a la política económica del Gobierno. Así se saldó ayer la reunión que mantuvo en Loja (Granada) el ministro de Economía, Luis de Guindos, con su homólogo alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, la tercera en apenas un año tras las citas de 2012 en Santiago de Compostela y Berlín.
Entonces la prioridad era la unión bancaria europea, todavía no aprobada. Ayer, el principal punto de su encuentro fue un plan para allegar financiación privada a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan más del 93% del tejido societario en España -son cerca de 3,24 millones-y generan más del 60% del empleo -casi 14,6 millones de puestos de trabajo-.
Precisamente por su gran importancia y potencial, unido a sus dificultades de financiación -el 25% de las pymes españolas estima que el acceso al capital es su mayor problema en la actualidad, según el BCE, y la mayoría de las que obtienen un crédito deben asumir un endurecimiento de las condiciones-, Alemania y España han acordado un proyecto pilotos -extensible más adelante a otros socios de la UE- para desbloquear esas líneas de crédito. «Se trata de favorecer las aportaciones de inversores privados», eso sí, previamente «patrocinados» por uno y otro gobierno.
Poco más avanzó De Guindos al respecto de un plan que, en principio, será presentado dentro de un mes y para el cual ambos gobiernos han designado ya sendos representantes específicos que lo desarrollen. Según el ministro, ya ha habido contactos con inversores españoles, alemanes e incluso de terceros países que han mostrado su interés. No concretó, sin embargo, qué volumen de capital se podría mover -«mucho dinero», apuntaron fuentes gubernamentales-, ni cuántos puestos de trabajo se podrían generar con esas aportaciones. También se desconoce hasta dónde llegará ese «patrocinio» para despertar el interés de entidades financieras e inversores privados, es decir, qué tipo de ventajas les ofrecerá. De Guindos aclaró, no obstante, que no en todos los casos se trata de inyectar más dinero en las pymes, puesto que «muchas veces es cuestión de que estén realmente bien capitalizadas».
Respuesta a las críticas
La aportación alemana a este plan, que «contribuirá a la lucha eficaz contra el desempleo» y está pensado para «ponerse en práctica cuánto antes», sin esperar a los largos trámites burocráticos europeos -apuntó Schäuble-, no parece casual, pese a que ambos ministros insistieron en que vienen trabajando desde hace meses en este tipo de fórmulas de cooperación bilateral. En las últimas fechas han arreciado las críticas contra el Gobierno alemán por el mantenimiento férreo de las políticas de austeridad en la UE, especialmente en la 'zona euro', pese a su aparente efecto negativo sobre la recuperación económica.
«Entendemos las criticas dentro de la diversidad de opiniones que existen a nivel europeo», declaró el titular de Finanzas alemán, aunque se mostró en «desacuerdo» con la tesis creciente de que si la principal economía de la Unión «impulsara un crecimiento más fuerte, esto disminuiría los problemas» del resto de socios comunitarios. Schäuble lanzó incluso un aviso a navegantes, acaso pensando en los países del sur: «en general, no creemos que sea una recomendación adecuada pedir a otros (a Alemania, en este caso) que resuelvan nuestros problemas».
En un tono que moduló entre los severo y lo conciliador en su intervención posterior al encuentro con De Guindos, el ministro alemán defendió su tesis de que no faltan estímulos económicos en Europa. «Ya hay mucho dinero en circulación, mucho del BCE, pero poca inversión; ese es el problema», apostilló.