El Barça, «con la ilusión de un niño»

«En la final de Atenas de 1994, cuando el Milan ganaba 4-0 al Barça y quedaba todavía media hora, yo era un niño ante la televisión que le decía a mi padre que remontaríamos. Y él, con el sentido común de un adulto, me dijo que ya no había opciones. Y acertó. Pero este es un día para que todos volvamos a ser niños, dejar el sentido común a un lado y tener la ilusión en pensar que remontar el 4-0 al Bayern es posible». Por fin se escuchó una frase de esas que invita a los barcelonistas a soñar tras varios días en los que casi se prefería no hablar del Bayern, casi con miedo a mencionar a la bestia que devoró al Barça en el Allianz Arena. La pronunció Gerard Piqué, un culé de cuna a quien no se le puede negar una buena oratoria en estos casos, como demostró con su apasionado discurso en la previa del Barça-Milan (4-0) en octavos de final, cuando el resultado que había que superar era un 2-0. El central saber conjugar las palabras que salen del corazón con las que surgen de la cabeza. No dijo en ningún en momento que creyera en la remontada, sino que cree en que se puede remontar si se hacen las cosas bien, que es distinto. No fue como un gol en la previa, pero sí pareció el mensaje adecuado para afrontar una misión casi imposible: remontar un 4-0 al equipo más en forma de Europa.

Abrir el campo con los laterales subiendo mucho, tener la pelota, moverla rápido, presionar arriba, que los delanteros fijen a los centrales para que Messi pueda entrar en juego, crear ocasiones, afinar la puntería, no ceder córners, no encajar un gol porque entonces habría que marcar seis… Todo el mundo tiene claro lo que hay que hacer, pero, como Tito Vilanova avisó en la previa, que nadie espere un Barça desbocado llevando el partido al terreno de la locura, algo que sería un suicidio ante un equipo letal a la contra con Ribéry, Robben o Mandzukic, que reaparecerá tras su sanción en la ida. «Todo pasa por el juego, todo pasa por el buen fútbol. Nosotros no somos de lanzar balones al área en busca de segundas jugadas ni de lanzarnos con todo. Hemos ganado a grandes equipos jugando como sabemos. Y tenemos que ser nosotros mismos. Claro que es importante marcar un gol pronto, pero sin volvernos locos. Ellos solo lograron uno en Múnich”, explicó el técnico azulgrana, quien coincidió con Piqué en una idea que también ayuda a la esperanza: «Somos el Barça y no podemos dar la eliminatoria por perdida».

Finalmente no estará disponible Mascherano, descartado por Tito Vilanova «porque lleva cuatro semanas de baja y se le pronosticaron seis». Se quedará en la grada con el también lesionado Puyol y con el sancionado Jordi Alba. Y tras el entrenamiento vespertino se supo que Busquets, baja fundamental, no se ha recuperado de una pubalgia, ni Abidal de una sobrecarga muscular. Pero no se lo perderá por nada del mundo Leo Messi, aunque sigue sin estar al cien por cien. La media hora de San Mamés, adornada con un gol de antología, fue ilusionante. Pero solo fue eso, media hora. El Bayern exigirá lo máximo a todos los jugadores del Barça desde el primer minuto, como hizo en Múnich, con jugadores como Javi Martínez en un estado de forma descomunal. A Messi no le bastará con un 60%, como tampoco a otro ‘tocados’ como Xavi y Busquets. Por eso el de Badia se cayó de la lista. Pero es lo que hay y con eso hay que intentarlo. «Messi tiene muchas cosas que decir, pero deben ayudarle sus compañeros», comentó el entrenador.

Respeto de Heynckes

Por supuesto, Piqué y Tito Vilanova pidieron el apoyo de la afición. El técnico recordó que «las aficiones de Borussia Dortmund y Bayern crearon dos ambientes extraordinarios en la ida y lo ideal sería repetirlo». El club ha organizado un mosaico con las palabras «Orgull, Barça, Orgull» que le darán colorido al Camp Nou en un día festivo, por lo que se espera un gran ambiente desde primera hora.

La afición azulgrana, en el momento de mayor madurez de la historia del club, ha aprendido a valorar el exitoso momento actual, comprendiendo que no siempre se puede ganar y aplaudiendo al equipo si lo intenta con orgullo y pasión. Es la sexta semifinal consecutiva del Barça. Tras la quinta, la eliminación contra el Chelsea, se produjo una emotiva ovación. Va a estar al lado otra vez del equipo pese a la dificultad y al mal partido de la ida. Los jugadores quieren dejarse la piel en señal de agradecimiento. Y si hay proeza, a celebrarla.

El Bayern intentará evitarla por todos los medios con su equipo de gala, con las ausencias conocidas de los lesionados Kroos y Badstuber. Heynckes presume de fondo de armario. Lo tiene en una plantilla mucho más compensada que la del Barça, y hará el once que crea necesario pese a que tiene a seis apercibidos de sanción para la final: Javi Martínez, Schweinsteiger, Mario Gómez, Dante, Lahm y Luiz Gustavo. La mejor baza del técnico alemán es el respeto que muestra a las posibilidades del Barça: «Es todavía el mejor equipo del mundo y Messi es un futbolista capaz de todo. Solo hay que ver el gol que marcó en Bilbao. Por eso saldremos con la misma mentalidad que en Múnich». Un dato: el Bayern solo ha perdido un partido oficial a domicilio durante toda la temporada, un accidente ante el BATE Borisov (3-1) en la primera fase. En la Bundesliga está invicto lejos del Allianz Arena y apenas encaja goles. Difícil. Dificilísimo. Pero, como dice Piqué, un niño no sabe qué es lo imposible. Y si todos retroceden al desparpajo de su más tierna infancia, quién sabe…

Alineaciones probables

Barça: Valdés, Alves, Piqué, Bartra, Adriano, Xavi, Song, Iniesta, Pedro, Messi y Villa.

Bayern de Múnich: Neuer, Lahm, Boateng, Dante, Alaba, Javi Martínez, Schweinsteiger, Robben, Müller, Ribéry y Mandzukic.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia).

Estadio y horario: Camp Nou. 20.45 h. (C+Liga de Campeones).