Contra todo pronóstico lógico
Actualizado:Uno de los aspectos del cuadro macro económico que debemos otorgarle la categoría de muy importante, es el de las finanzas públicas. En la nueva proyección se prevé una reducción del déficit público para los ejercicios 2013 y 2014 menores del 1%. Significa ello que el Gobierno ha cedido a la presión de todo lo que le circunda. Rogoff y Reinhart venían a decir que la crisis no es una maldición divina, sino una patología que se reproduce de forma cíclica. Establecieron un umbral de deuda del 90%, superado el mismo quedaba condicionado negativamente el crecimiento.
Cuando se produce el punto de inflexión por cambio de ciclo, pronto se olvida de la anterior depresión y se vuelve a sobreendeudarse y a cometer los mismos errores. El problema es que pronto se olvidan las teorías sobre los ciclos económicos de Kondrátiev, que las formuló a finales del siglo XIX. La duración de cada ciclo se debe a la acumulación de errores cometidos por los políticos, en el transcurso del ciclo alcista, que es en donde se generan los problemas, que posteriormente fundamentan el ciclo recesivo de la economía. Las absurdas políticas llevadas a cabo entre 2004 y 2011, de expansión del gasto y creación de empleo público, han provocado el desastre en el que ahora nos encontramos. ZP pensó que Kondrátiev era una leyenda urbana. En sus dos famosas tardes de aprendiz de economía, lógicamente no llegó a profundizar en ellas.
Todo ese cúmulo de errores, son los responsables de la conformación de la deuda pública, que ya no admite solución sencilla. La historia nos demuestra que los países han resuelto el sobreendeudamiento aplicando diferentes alternativas de forma combinada: crecimiento, inflación, devaluación de las divisas, represión financiera y bajos tipos de interés que penalizan el ahorro y favorecen la inversión y en su caso quitas de la deuda.
La deuda es una variable estática, producto de la acumulación de los diferentes déficit generados año tras año. Por su parte, el PIB son flujos medibles cada año. El déficit es una magnitud dinámica que se genera en cada anualidad, por la diferencia entre ingresos y gastos. Cuando se intenta reducir la deuda recortando el déficit, se reduce inexorablemente el PIB, que es el denominador en el cociente en el que se mide la deuda. Esta es la razón por la que el FMI propuso en 2010 el cumplimiento de una serie de principios a cumplir, todos ellos relacionados con los ajustes fiscales y que son: 1. Reducción del déficit en períodos de cinco años, mediante ajustes que no excedieran del 1,25% del PIB, ya que el ajuste del déficit del 1% provoca una caída del PIB y del empleo del 1% o superior; 2. Concentrar el ajuste en partidas que dañen poco el crecimiento y combinarlo con reformas que mantengan el potencial de crecimiento de las economías a medio plazo. 3. El ajuste debe ser equitativo para ser socialmente sostenible.
La consecuencia de todo ello es que el ajuste debe hacerse sobre el gasto que provoca el sector público, para que el sector privado no se vea constreñido y permita su crecimiento. Presumo que se ha legislado hace tres días contra todo pronóstico lógico.