UGT y CC OO preparan un 1º de Mayo centrado en el «drama» del paro
Estiman que la decepción causada por el Gobierno elevará las protestas, sin descartar incluso una nueva huelga general
MADRID.Actualizado:Paro... y más paro. En la agenda de los dos principales sindicatos, CC OO y UGT, para el próximo miércoles, Primero de Mayo, casi no figura más que esta palabra porque, a su juicio, «no es cierto» -como sostiene el Gobierno- que haya terminado ya la destrucción de empleo en el sector privado, al tiempo que se prepara «un ajuste brutal» en la administración pública.
Para ese día están previstas cinco concentraciones en las principales capitales españolas -reuniendo la de Madrid, como es habitual, a los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, Ignacio Fernández Toxo-, así como un total de 77 manifestaciones. La duda radica en cuánta gente lograrán reunir, dado que hasta en el seno de las propias centrales se reconoce un cierto «agotamiento general» de la población por la grave situación económico-social y la falta de alternativas desde la clase dirigente.
Y en esta última, admiten fuentes sindicales, también se viene incluyendo desde hace tiempo a los principales dirigentes de CC OO y UGT, que de esta forma se están viendo obligados a redoblar esfuerzos para captar el apoyo ciudadano. «No solo es que la gente ya esté harta de PP e incluso PSOE, es que el desapego de los ciudadanos por la clase política también nos está pasando factura a nosotros», reconocen.
Tanto es así que en ambas centrales se consideraba hace poco más de una semana que este Primero de Mayo no iba a ser precisamente, pese a lo que muchos podían esperar, el más lucido de los últimos años. Más bien al contrario, se esperaba que salvo en grandes núcleos de población, como Madrid o Barcelona, la movilización no iba a ser claramente masiva. Esa óptica, sin embargo, ha variado en las últimas horas a la vista de la «frustrante» actuación del Gobierno con el cuadro macroeconómico y su plan de reformas para 2013, que «han soliviantado» a la gente.
Para Fernández Toxo, este «viernes negro» -como calificó la última reunión del Consejo de Ministros- evidencia la «incapacidad manifiesta» del Ejecutivo para dar soluciones al «drama» del desempleo. A su juicio, el propio Mariano Rajoy, como presidente, tenía que haber salido el viernes a decir a la sociedad española «lo que piensa hacer contra el paro y la precariedad, con el fin de proteger a la gente».
Duda razonable
En esta tesitura, el líder de CC OO dejó en el aire la posibilidad de convocar una nueva huelga general, la tercera en la presente legislatura (tras las del 29 de marzo y el 14 de noviembre de 2012). «Se hará lo que se tenga que hacer», zanjó ayer en tono enigmático tan delicada cuestión.
La posibilidad de un tercer paro nacional en dos años no está ahora mismo encima de la mesa, según las fuentes consultadas, aunque «tampoco es una opción totalmente descartable». «Es cuestión de tiempos y oportunidad social», y sobre todo de la recepción que se vaya viendo en la gente. Solo en los últimos ejercicios de Felipe González (dos huelgas en 1992 y 1994) se vivió un clima de protesta similar... y aquello devino en un cambio de Gobierno.
En cualquier caso, lo que centra ahora la agenda sindical es el Primero de Mayo y su escenificación de que las dos últimas reformas laborales (2010 con el PSOE y 2012 con el PP) solo han servido para generar un récord de paro histórico sin visos de solución a medio plazo. «¿Qué más tiene que pasar para que reconozcan su error?», se preguntan.