Un hombre se hace un tatuaje con la cara de los futuros monarcas holandeses. :: ROBIN UTRECHT / EFE
Sociedad

De uñas con Guillermo y Máxima

El Partido de los Animales de Holanda pide que se le retire la asignación a los futuros reyes por «dar mal ejemplo» al vestir pieles

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A finales de año le llegó uno de esos regalos envenenados. En forma de título. Un reconocimiento con el que reprender, a juicio del otorgante, un comportamiento de mal gusto. Y la ganadora de 'tonta de las pieles' de 2012 es. Tachán, tachán. Máxima de Holanda. Fue la respuesta popular, impulsada por el Partido de los Animales, con dos escaños en el parlamento holandés, al atuendo que la hoy princesa y en unos días reina consorte lució en la cabalgata de las pasadas navidades. Su delito, no es difícil de acertar, fue vestir un abrigo ribeteado en piel. Y la sentencia, tras responder con el silencio a la carta recriminatoria enviada por la fuerza política más animal del país de los tulipanes, fue lanzar una encuesta popular para votar al tonto/tonta de las pieles del año. Artistas, personajes de la farándula holandesa, periodistas y una princesa optaban al título. Y se lo llevó ella.

A Máxima de Holanda eso debió de sonarle a maullido o ladrido, porque si antes vestía pieles también lo siguió haciendo después. Y el Partido de los Animales está que trina con la que será la futura reina. Claro, que no puede decirse que Beatriz no haga otro tanto de lo mismo. Así que en ese sentido poco se le podrá recriminar a la nueva reina. Quizás por eso, las garras del Partido de los Animales se han vuelto ahora hacia el príncipe Guillermo, que accederá al trono como Guillermo Alejandro. ¿El motivo? La capa de armiño que lucirá en su investidura. Tanto es así que la Casa Real ha tenido que salir al paso y comprometerse a que, en caso de restauración de esta histórica (o no tanto) prenda, se emplearán pieles antiguas, de animales que pasaron a mejor vida tiempo atrás. Nada de sacrificar a un nuevo animalillo. Ni así se han contentado los dos parlamentarios, ni su legión de seguidores. De hecho, el Partido de los Animales ha solicitado por escrito que se le retire a la Familia Real toda subvención «por dar mal ejemplo». Y no queda ahí la cosa. Ya han anunciado que en el acto de entronización de Guillermo Alejandro no jurarán ni prometerán lealtad al monarca, alegando que ya lo hicieron (a la institución que representa, se entiende) cuando tomaron posesión de su acta de parlamentarios.

Dicho lo cual, y con las cartas boca arriba, este martes 30 de abril de 2013 Guillermo Alejandro hará historia consciente de que su capa de terciopelo rojo y armiño levantará más de una ampolla en el acto de investidura como rey de los Países Bajos. La capa en sí arrastra su particular anécdota, real o irreal, pero anécdota, dado que se cree que el modisto que diseñó el vestido con el que la reina Juliana accedió al trono creó una nueva, aprovechando el armiño, eso sí, para dar más esplendor a su creación. Vamos, que dio el cambiazo y pocos o nadie se dio cuenta. En 1980 fue la reina Beatriz, con algún retoque, quien la lució de nuevo y hace unas semanas volvió a salir del armario para adaptarla al príncipe heredero, más corpulento y alto que la actual soberana.