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FÚTBOL

El Barça aplaza el alirón

El Athletic empata en el último minuto y se acerca más a la permanencia

CRISTIAN REINO
BARCELONAActualizado:

Cuatro días después de caer de forma estrepitosa en Múnich, el Barça confiaba en curar las penas y cerrar el campeonato en San Mamés. Pero un gol de Herrera, cuando ya parecía que el Athletic se daba por vencido, impidió la victoria de los azulgrana en Bilbao, que se vieron obligados aplazar el alirón para otra ocasión, quizá la semana que viene.

El empate, aunque se produjo tras un gol rojiblanco en el minuto 89 y el Barça ya saboreaba el triunfo en su despedida del viejo estadio bilbaíno, dejó buenas sensaciones al equipo de Tito. Por un lado, porque demostró que ha sabido levantarse psicológicamente del duro golpe del Allianz Arena. A los hombres de Vilanova se les vio frescos de mente y liberados de la presión, ya que fueron capaces de darle la vuelta a un resultado adverso, lo que abre una pequeña esperanza a su hinchada de que la gran remontada es posible. También porque el once azulgrana tuvo actitud, intensidad y supo bajar al barro en un campo exigente en lo físico y sobre todo porque Messi ofreció una impresión muy buena, alejada de la que se le pudo ver en Múnich. El astro argentino estuvo muy cabizbajo frente al Bayern, todo lo contrario que frente al Athletic. Salió en la segunda parte, cuando su equipo perdía 1-2 y en 10 minutos armó el taco. El gol que suponía el empate a uno, en el 67, fue un escándalo. Se deshizo de tres jugadores con un eslalon mágico y Gurpegui y San José aún deben de andar buscándole a estas horas. Su participación se antoja vital para el miércoles y el barcelonismo se aferra a su inspiración.

El Athletic, por su parte, logró un valiosísimo punto, que le da media salvación. Lo hizo con sus armas, las que lleva utilizando toda su vida y las que le han permitido no descender nunca a Segunda. Da igual que el entrenador sea Bielsa, Clemente, Luis Fernández o Heynckes. Hay jugadas, como la del 2-2, que las exprimen como nadie: balón desde la banda, Llorente la lucha por alto, la cede atrás y Herrera de primeras bate a Valdés. Un gol como ese, marca de la casa, se ha visto cientos de veces en San Mamés. Fue el empate a dos y puede decirse que hizo justicia según los méritos de unos y otros. El Athletic, que en la primera parte fue capaz de ponerse por delante gracias a un gol de Susaeta que cazó un mal disparo de Aduriz, sufrió mucho en la segunda parte, sobre todo, porque perdió el dominio del balón y pegó un bajón en el estado físico. Pero mientras aguantó el ritmo, fue capaz de tutear al Barça, en parte por el despliegue de Herrera, las subidas de Susaeta y De Marcos y la brega y el juego subterráneo de Gurpegui.

Los azulgrana, mientras, mostraron gran intensidad, un buen control, si bien carecieron de pegada. Hasta que salió Messi faltando media hora y puso las cosas en su sitio. En dos minutos, entre el 67 y el 69, el Barça pasó de ir perdiendo a todo lo contrario. Con 1-2, quizá su error fue que no supo cerrar el marcador. Y eso dio chance al conjunto vizcaíno, que en su campo acostumbra a morir con las botas puestas. Por parte azulgrana, destacaron Song, Thiago y Alexis. Tito dejó a Busquets en Barcelona, y Messi, Iniesta y Villa se sentaron en el banquillo, pensando en el Bayern.