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El tapiz de Roda, listo para ser restaurado

Los ministros de Cultura e Interior muestran la pieza recuperada, que será analizada por conservadores de Patrimonio

MADRID Actualizado: Guardar
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El tapiz de la catedral de Roda de Isábena (Huesca) ya está listo para que sea examinado por los restauradores. La obra, una pieza flamenca de principios del siglo XVI, parece encontrarse en buen estado, si bien ahora hay que someterla a análisis para determinar la naturaleza de sus fibras y colorantes. “Esperábamos encontrárnoslo mucho peor. No se olvide que ha estado en manos de varios coleccionistas y, al menos una vez, ha sido lavado”, asegura Esther Galiana, conservadora del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), donde se encuentra desde hace cuatro días el paño. El tapiz ‘La Virgen con San Vicente entre San Ramón y San Valero’ fue robado en 1979 por Erik el Belga y hace dos años se descubrió en una subasta en 2010 gracias a la colaboración ciudadana.

Con mucha pompa y presencia de los ministros de Cultura, José Ignacio Wert, de Interior, Jorge Fernández Díaz, y otras autoridades, se ha mostrado la obra, que experimentó sucesivas ventas en el mercado del arte. Al menos ha viajado por cinco países: Bélgica, Alemania, Italia, Francia y Estados Unidos. La asistencia del titular de Interior estaba justificada porque fueron varios miembros de la Brigada de Patrimonio de la UCO de la Guardia Civil los que viajaron hasta Houston (EE UU), acompañados por dos expertas españolas, para identificar el valioso tapiz y después informar de la prueba pericial a la fiscalía texana.

Los técnicos del IPCE realizarán estudios históricos y análisis tecnológicos para averiguar el tipo de telar en que se confeccionó, la calidad del taller y la destreza de los artesanos que lo fabricaron. De momento, al paño se le ha dotado de un nuevo sistema de suspensión a base de tiras de velcro y descansa en un soporte inclinado para que sus materiales sufran lo menos posibles. “Sus colores no están desvaídos, y eso que los tapices sufren mucho con la exposición a la luz”, argumenta Galiana.

Los ministros Fernández Díaz y Wert se congratularon del “notable éxito’ que se han apuntado las Fuerzas de Seguridad en su lucha contra el expolio de obras de arte, al tiempo que ensalzaron la colaboración prestada por EE UU. Con todo, de poco hubiera servido la diligencia de los agentes del instituto armado si la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, no hubiera alertado a tiempo a las autoridades.

La obra fue adquirida en 2010 en una subasta celebrada en Bélgica por un estadounidense, que pagó 300.000 euros por la pieza. No era el primer dueño del textil, ya que en 2008 la casa Hample de Múnich lo remató.

Numerosos robos del patrimonio español

Parte de la culpa de aquel saqueo la tuvo la desidia que imperaba en los años setenta en todo lo concerniente a la preservación del patrimonio histórico y artístico. "Durante muchos años se han producido numerosos robos del patrimonio español y quizá los españoles no éramos lo suficientemente conscientes de la incalculable riqueza que estábamos perdiendo", adujo Fernández Díaz, quien consideró que por fortuna la ciudadanía ha cambiado de mentalidad.

Todo empezó en la destemplada noche del 6 al 7 de diciembre de 1979, cuando Erik el Belga desvalijó la que fuera hace siglos catedral de Roda de Isábena, hoy una simple iglesia parroquial. Con la ayuda de dos palanquetas, el famoso ladrón arrambló con el tapiz. Y no solo eso: también incluyó en el lote la silla de San Ramón, que desmontó en piezas (algunas de las cuales no se han vuelto a ver), dos mitras, dos báculos, una capa de San Ramón, una imagen de la Virgen, un misal de pergamino, una cruz tallada, objetos de plata y una arqueta con relicario. Fue un trabajo fácil, el museo carecía de alarma y el teléfono más cercano se hallaba a tres kilómetros.

No hay ninguna duda de que el tapiz que se aloja ahora en el IPCE es el que se llevó Erik el Belga. El propio autor del robo lo confirmó en noviembre y las pruebas periciales que se llevaron a cabo en EE UU así lo acreditan. La heráldica del tapiz es la misma que se refleja en una fotografía de 1908. Una vez demostrada la autenticidad, el Gobierno español pidió a la administración de aduanas de EE UU la devolución del lienzo, una petición que fue aceptada.

Cuando se conozca la naturaleza y el estado de conservación de la pieza, los restauradores la limpiarán y la dotarán de un nuevo sistema de suspensión y forrado. Los expertos esperan saber si la obra ha sufrido intervenciones de restauración, que, en caso de ser superfluas, se eliminarán.

Fernández Díaz inscribió la recuperación de la obra dentro de otras operaciones como la que sirvieron para encontrar el Códice Calixtino o recobrar el tesoro de la fragata Mercedes.