La directiva de Disarcos se desmarca de la gestión de Vega y la lleva a la Fiscalía

Los problemas en la gestión de la Asociación de Discapacitados Disarcos no han hecho más que empezar a conocerse. Los directivos del colectivo están tratando de conocer la forma en la que ha actuado quien todavía es su presidente, Juan Vega, y no han tardado en desmarcarse de «una gestión presuntamente irregular y plagada de cuestiones que tendrá que aclarar ante la Justicia», destacan a este medio.

Los miembros de la Junta Directiva de Disarcos parten de reconocer que su error ha sido «confiar en quien tanto ha trabajado por los discapacitados de Arcos y en quien se supone que sabía lo que había que hacer en una asociación como ésta», destacan. Llevados por su buena voluntad ellos aseguran que llegaron al colectivo para ayudar a sus familiares discapacitados y al resto de socios y ahora se muestran defraudados, engañados e incluso temerosos de que se les pueda imputar algún delito cuando «no hemos hecho nada porque simplemente no nos enterábamos de nada», explican.

Los problemas que ahora tiene la asociación, y que LA VOZ dio a conocer el pasado 20 de abril, comenzaron a conocerse ante la alerta de las trabajadoras del colectivo que no habían cobrado una nómina y el finiquito de 2011 y las 6 nóminas que tuvieron en 2012. Su insistencia siempre se encontraba con la respuesta de Vega de que la Junta no pagaba las subvenciones pendientes pero hubo un momento en que decidieron aclarar qué estaba pasando. En ese momento se plantaron en Cádiz, en la Delegación de Asuntos Sociales, para ver qué pasaba con la deuda y la Junta les demostró, a ellos y a algunos directivos y en presencia de Vega, que «se habían abonado los 12.000 euros de las ayudas pendientes de 2011 y aseguraron que no tenían conocimiento de los contratos de 2012», declaran los directivos. Allí aseguran que Vega no tuvo más remedio que reconocer que «se había comido el dinero».

En la asociación aseguran que nadie tenía conocimiento de que se recibiera este ingreso, salvo el presidente, ya que tiempo atrás «había cambiado los estatutos, alegando la indisponibilidad del tesorero, para ser el único que tuviera acceso a las cuentas y poder hacer y deshacer a su antojo». Con todas las dificultades del mundo, han tratado de tener acceso a los movimientos de esa cuenta pero solo han podido conocer los extractos que se siguen recibiendo en la sede de Disarcos donde aseguran que «se pueden ver reintegros sucesivos sin que sepamos a qué se destina ese dinero y el pago de unos 5.000 euros de la deuda que hay con Cajasol». Y es que ese es otro problema al que ahora se enfrentan, a la deuda con esta entidad, ya que la misma adelantaba al colectivo el dinero que necesitaba para ir funcionando hasta que recibieran las subvenciones, en concreto unos 34.000 euros que se deben. Desde Disarcos reconocen también deudas con la Seguridad Social pero «hasta que no lo determine un juez, no podremos saber cuánto se debe».

Ante las irregularidades que comenzaban a descubrirse, los dirigentes de la asociación pusieron en conocimiento de los socios la situación y ellos decidieron que se acudiera a la Justicia. Tras la consulta en los Juzgados de Arcos, los directivos llevaron el caso ante la Fiscalía, al haber dinero público de por medio, y en la misma se ha iniciado una investigación para determinar lo sucedido. Mientras tanto, el presidente está desaparecido de la asociación y los directivos ni siquiera pueden pedir un extracto en el banco o cerrar las cuentas.

El próximo sábado se llevará a cabo una reunión con los socios, en el IES Guadalpeña, en la que los miembros de la Junta Directiva aportarán datos y darán a conocer más irregularidades que aseguran que se han destapado y que también se llevarán a la Fiscalía.