el drama de los desahucios

Un juez legitima un escrache a un alcalde del PP

En el auto de sobreseimiento se reconoce "la legitimidad" de estas protestas siempre que sean pacíficas

TORRELAVEGA Actualizado: Guardar
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El Juzgado de Instrucción Número 1 de Torrelavega ha archivado la denuncia que interpuso contra la Plataforma de Afectados por las Hipotecas por el escrache que realizó ante su domicilio el pasado jueves. El regidor popular interpuso la denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional un día después al considerar lo sucedido «un acoso capaz de infundir temor a mi familia y a mis vecinos», pero el auto del juez Pablo Fernández de la Vega es contundente: «No existe indicio alguno de que se cometiese delito o falta de injurias, amenazas o coacciones».

Y va más lejos. El instructor legitima la protesta pacífica en casa del alcalde. En este sentido, recuerda que Calderón debe tener en cuenta, «como destacado militante y cargo político del partido que apoya al Gobierno de la nación», los artículos 20 (derecho a la libertad de expresión) y 21 (derecho de reunión pacífica y sin armas) de la Constitución, que «legitiman a las personas denunciadas para manifestarse contra los denominados desahucios en cualquier lugar público, como puede ser la calle, ante la puerta de su domicilio, es decir, de manifestar su repulsa respecto a la política gubernamental ante las ejecuciones hipotecarías y en demanda de que se cambie, siempre que, como ha sido el caso, lo hagan pacíficamente».

El juez asegura que es «servidumbre» de todo cargo político en un régimen democrático (artículo 1.1 de la Constitución) «soportar» pacíficamente las molestias que le pueden causar este tipo de actos, «ya que también se aprovecha de las indudables ventajas de serlo, de modo que la protección del honor disminuye (la persona que acepa su carácter público, acepta también los riesgos que conlleva), y la de la intimidad, aunque no totalmente, se diluye». El titular del Juzgado de Instrucción Número 1 se apoya también en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

El primero

Calderón se convirtió el pasado jueves en el primer político cántabro en sufrir un escrache, práctica que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha llegado a comparar con el «nazismo puro». Lo que empezó como una protesta de un grupo de afectados por los desahucios ante la sede del Partido Popular de Torrelavega terminó con otra de cinco minutos frente a su casa. Unas treinta personas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas se concentraron ante la sede del Partido Popular, que estaba cerrada. Minutos después hicieron un recorrido por varias entidades bancarias de la ciudad y se presentaron en el portal de la vivienda de Calderón.

Como habían hecho previamente frente a la sede del PP, desplegaron una pancarta en la que se podía leer "ni una casa sin gente, ni gente sin casa" y gritaron el "sí se puede" que venían entonando durante toda la marcha, en la que hubo críticas a la aprobación en el Congreso de la nueva Ley antidesahucios sin incluir la dación en pago ni ninguna de las propuestas contenidas en la Iniciativa Legislativa Popular o las alegaciones de los partidos de la oposición. Frente a la casa del alcalde, que no se encontraba en ese momento en su domicilio, la concentración se desarrolló de forma pacífica y sin insultos.

Varios vecinos del alcalde contemplaron la escena desde las ventanas o balcones de sus casas, al igual que hicieron, a pie de calle, policías de paisano, aunque sin necesidad de intervenir. La reacción del alcalde a este escrache no se hizo esperar. Ildefonso Calderón presentó la denuncia ante la Policía «para que impida el acoso a las personas en sus domicilios. "Pido a la Justicia que proteja a los ciudadanos de Torrelavega contra ese acoso en los hogares por parte de una banda organizada de acosadores», dijo.