Los islamistas del Cáucaso ruso rechazan cualquier vinculación con los Tsarnáev
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEl Emirato del Cáucaso, como se hace llamar la organización radical islámica más activa dentro del territorio ruso y cuyo líder es el sanguinario cabecilla rebelde checheno, Dokú Umárov, negó ayer que tenga algo que ver con las explosiones del maratón de Boston. «Nuestros combatientes islámicos no luchan contra EE UU. Nos enfrentamos nada más a Rusia, que no sólo es responsable de la ocupación del Cáucaso, sino de cometer monstruosos crímenes contra los musulmanes», reza un comunicado colgado en Internet por los extremistas.
«Incluso contra nuestro enemigo, el Estado ruso, rige la orden del emir -Umárov- prohibiendo cualquier tipo de ataque contra objetivos civiles», subraya la nota, que concluye con un consejo a las autoridades norteamericanas para «concentrar sus esfuerzos, no en hacer el juego a la propaganda del Kremlin, sino en investigar la implicación de los servicios secretos rusos en lo sucedido». Por su parte, fuentes anónimas del FSB -el antiguo KGB- citadas por la agencia RIA-Nóvosti, declararon que, por el momento, no han podido encontrar ninguna conexión entre los hermanos Tsarnáev y el Emirato del Cáucaso.
Sin embargo, varios medios de EE UU y el congresista Michael McCaul creen que Tamerlán Tsarnáev pudo haber contactado con los insurgentes del Cáucaso Norte y recibir entrenamiento durante el medio año que pasó en 2012 en Daguestán, república vecina de Chechenia y en cuya capital viven sus padres.
Umárov se convirtió en el máximo dirigente de los insurgentes islámicos chechenos en 2006 y un año más tarde fundó el Emirato del Cáucaso. El cabecilla dirigió la incursión contra Ingushetia en junio de 2004, y se le vincula con la matanza en la escuela de Beslán, en septiembre de ese año. También reivindicó el atentado contra el tren Névski Express en 2009, las dos explosiones en el metro de Moscú en 2010, y el ataque en el aeropuerto moscovita de Domodiédovo en 2011.