Endesa critica los aspectos «expropiatorios» de la reforma energética
La compañía “comparte” el objetivo de atajar la deuda tarifaria pero estima que las medidas aplicadas tendrán un impacto negativo en sus cuentas de 1.300 millones de euros
MADRIDActualizado:Endesa se siente “discriminada” por algunas de las medidas que el Gobierno ha puesto en marcha o planea ejecutar para reducir la deuda tarifaria, y que califica de “expropiatorias”. La compañía eléctrica siente que es “la más perjudicada” por las iniciativas que el ministerio de Industria ha aprobado recientemente en el marco de la reforma energética, y que tendrán un impacto económico negativo en sus cuentas de “más de 1.300 millones de euros anuales a partir de 2013”.
Durante su intervención en la junta de accionistas celebrada esta mañana en Madrid, el presidente de Endesa, Borja Prado, resaltó “el acierto y los méritos de la política económica” del Gobierno. Pero expresó su “preocupación” por las consecuencias que para la compañía tienen unas medidas regulatorias “que no afectan al sector eléctrico español de manera simétrica y equitativa”.
Una de las medidas que más ha escocido en el seno de la compañía es el Proyecto de Ley sobre Sistemas Insulares y Extrapeninsulares –actualmente en trámite parlamentario- y que supone “la drástica” reducción “de la remuneración de las inversiones ya realizadas por Endesa” en las islas, fundamentalmente en Canarias. Según explicó el consejero delegado de la eléctrica, Andrea Brentan, el proyecto contempla “la expropiación de los proyectos de bombeo de Endesa ya construidos” en las Islas Canarias para trasladarlos a Red Eléctrica Española “en conflicto de interés y en contra de las directrices europeas”, así como la “expropiación y el traslado” a Enagás “del sistema de las plantas de regasificación”. No obstante, la multinacional muestra su “confianza” en que “sobre la base del diálogo que existe con el gobierno” el proyecto de ley “pueda mejorar durante su tramitación”.
Las “medidas regulatorias adoptadas y la difícil situación económica” lastraron las cuentas de la compañía, que en 2012 obtuvo un beneficio neto de 2.034 millones de euros, un 8% menos que el año anterior. Ante la caída de la actividad económica y la demanda eléctrica en la Península, Latinoamérica –que el pasado ejercicio generó aproximadamente la tercera parte del beneficio total- volverá a ser la palanca del crecimiento de la multinacional, que se ve obligada a revisar “de forma rigurosa sus planes de inversiones y gastos”. El Consejo ha decidido “por razones de prudencia” no repartir dividendos con cargo a los resultados de 2012. Además, ha congelado la retribución fija de todo el personal con relación laboral individualizada en España y reducir la retribución variable “en un 20%”.
Mientras se celebraba la junta, en el exterior varios centenares de trabajadores protestaban por lo que consideran “falta de voluntad” de la compañía en la negociación del nuevo convenio colectivo de la empresa, que arrancó hace siete meses.