Una aplicación para «cambiar el curso de la historia»
Phil González lidera el club de fans de Instagram, la red social de fotografía con mayor número de seguidores
BARCELONA. Actualizado: GuardarNació como una aplicación para móviles y se ha convertido en una red social de éxito, ya que es la que más rápido ha alcanzado los cien millones de usuarios en todo el mundo. Si Facebook tardó cuatro años en superar el centenar de millones de seguidores o Linkedin, seis, Instagram lo ha logrado en solo dos años. Todo un récord, que obviamente no pasó inadvertido para las grandes de Silicon Valley: Mark Zuckerberg pagó mil millones de dólares por la empresa que en octubre de 2010 fundaron Kevin Systrom y Krieger Mike.
Los amantes de esta plataforma, que sirve para hacer fotos, aplicarles unos filtros, marcos, colores retro y vintage, subirlas al gran escaparate y compartirlas con todo el mundo, creen que esta comunidad virtual va más allá del mero entretenimiento y ni más ni menos será capaz de «cambiar el curso de la historia». Esta aseveración tan grandilocuente la firma Phil González, creador de Instagramers, el primer club de seguidores de la aplicación, que cuenta ya con 350 delegaciones en todo el mundo.
A su juicio, el uso generalizado de Twitter causó un hito histórico durante la 'primavera árabe', cuando consiguió «cambiar las conciencias», dice. Instagram puede hacer mucho más. Puede ser «revolucionario», según González, ya que una foto tiene más credibilidad e impacto que una frase. La expresión de que una imagen vale más que mil palabras cobra más valor que nunca a su entender con esta red social, que ya ha demostrado lo útil que puede ser. Si en el asesinato de Kennedy hubieran existido los móviles, como ahora, estoy convencido de que la historia se habría escrito de forma distinta», afirma González, uno de los conferenciantes del primer festival de fotografía móvil, D-IVE, que se celebra este fin de semana en Barcelona. González pone otro ejemplo: Instagram contó el movimiento del 15M tal cual lo veían los manifestantes. «Por eso es revolucionario. Está cambiando el panorama de la información», remata.