Cesc salva los muebles
El Barça podría cantar el alirón el sábado: si gana en San Mamés y el Madrid pierde el derbi ante el Atlético
BARCELONAActualizado:Pensando en el Bayern y sufriendo más de la cuenta, el Barça logró este sábado una trabajada victoria ante el Levante, en el peor partido de la temporada, gracias a un gol de Cesc en el 83’, cuando medio Camp Nou estaba ya casi resignado con el empate. El triunfo, que mantiene la distancia de 13 puntos entre culés y merengues, sitúa a los hombres de Tito Vilanova a dos victorias del título de Liga. Seis puntos separan al Barça de la conquista del título liguero, si bien en la próxima jornada, en Bilbao, los azulgrana podrían cantar el alirón: si ganan al Athletic y el Madrid cae en el Calderón. El Barcelona jugará el sábado en San Mamés dos horas antes que el Real Madrid, que, en caso de victoria azulgrana, saltaría al estadio colchonero con el primer ‘match ball’ en contra del campeonato.
Con Messi y Piqué en la grada, y solo tres o cuatro titulares en el once, a los jugadores del Barça se les notó demasiado que se presentaron ante el Levante pensando en la calculadora y en que también tarde o temprano serían capaces de derrotar al Levante. Por supuesto, los azulgrana jugaron con la cabeza puesta en el duelo del martes ante los bávaros. Aunque ante los valencianos se jugaban la Liga, en Can Barça ya hace unas cuantas fechas que dan por ganado el campeonato. De ahí que a los futbolistas culés se les notara durante buena parte del partido como ausentes. Una imagen de Villa resumió la actitud de los jugadores barcelonistas. Fue en el minuto 75. Alexis salió por Tello. El ‘Guaje’ miró el cambio y se dio cuenta de que era el tercero y, por tanto, que él iba a jugar los 90 minutos. Hizo un gesto y su cara le delató que asumía que en Múnich no será titular.
Aun así, el Barça sacó la casta y fue capaz de darle vida al partido cuando ya parecía que no tenía solución. Salió Alexis, introdujo frescura, movilidad, y el Levante, que llevaba 80 minutos defendiéndose con mucho orden, perdió un poco el norte ante el zafarrancho de combate de los culés. Fueron cinco minutos de intensidad azulgrana que compensaron los 85 de lentitud y falta de nervio. Y es que al Barça le costó lo suyo deshacerse del Levante. Aunque el cuadro azulgrana dominaba y tenía el controla absoluto del balón, le costó combinar en los últimos metros. En parte, cayó en la trampa del equipo de Juan Ignacio Martínez, que dejó a los azulgrana acercarse hasta al área, pero a partir de ahí tejía una red que se hizo inexpugnable por momentos.
Al partido le faltó mucho ritmo. Y sin intensidad, el juego del Barça pierde rapidez, precisión y en definitiva efectividad. Aun así, los atacantes del Barcelona (Tello, Villa y Cesc), acompañados por Iniesta, Song y Thiago desde la medular, fueron capaces de llegar hasta ocho veces a la meta de navas. Villa, incluso, falló un penalti al cuarto de hora de partido. Buscó el lado izquierdo del portero, pero Keylor Navas adivinó, voló y le atajó la pena máxima. Fue la gran oportunidad de los de Tito en los primeros 45 minutos. Un balance atacante muy pobre, provocado en parte por el dibujo que presentaba el Barça. Con Villa y Tello en la vanguardia, Cesc actuó de mediapunta, ayudando a Thiago, Song e Iniesta, lo que dejaba todo el flanco derecho para Alves. El equipo estaba algo descompensado y encima Diop y Simao campaban a sus anchas en el centro del campo. Sobre todo Diop, que dio la sensación de estar en varios sitios a la vez.
Tras el descanso, esa especie de 4-4-2 del inicio se transformó en el clásico 4-3-3, cuando Pedro, en el 67’, reemplazó a Thiago. El canario ocupó el extremo derecho, abrió el campo y el juego del Barça se hizo más lógico. La salida de Alexis puso el mordiente que faltaba y al Barça le salvó la campana, porque el Levante, muy ordenado todo el partido, iba cogiendo confianza, perdía los complejos, se estiraba y entre El Zhar, Rubén, Barkero y Acquafresca advertían a la contra. Con el golazo de Cesc, a pase de Alexis, el Barça pudo amarrar los tres puntos y va completando un campeonato en el que de momento solo ha cedido un empate en casa (ante el Madrid). La fiesta culé la completó la gran actuación de Abidal, que jugó los 90 minutos y fue titular un año y dos meses después. La directiva ya no tiene excusas para renovarle.