El FMI avala que España tenga «más tiempo» para reducir el déficit
Lagarde pide a Bruselas que se fije en la desorbitada tasa de paro española y acepte flexibilizar las metas de gasto
BRUSELAS.Actualizado:España ganó ayer un importante aliado en su pugna por convencer a la Comisión Europea de que necesita reducir el ritmo de los recortes. La directora del FMI, Christine Lagarde, respaldó las aspiraciones del Gobierno al apostar por una flexibilización de los férreos objetivos de déficit. «La economía española necesita más tiempo», resumió la responsable francesa tras recordar la desorbitada tasa de paro del 26%. El Ejecutivo de Mariano Rajoy se prepara para entrar en la recta final de los contactos con Bruselas para obtener una relajación en las metas de gasto. La semana que viene presentará un ambicioso programa de reformas que determinará en gran medida el veredicto del comisario de Economía, Olli Rehn.
Lagarde analizó la situación española durante la cumbre de primavera del FMI. La exministra de Finanzas gala remarcó que Bruselas debe alterar los «fuertes» objetivos de déficit por el deterioro de las constantes vitales de la economía. De acuerdo a los límites fijados, el Gobierno tendría que concluir este año con un desfase presupuestario del 4,5% frente al 7% de 2012. Esta corrección implicaría un tajo colosal no solo en los próximos meses, sino también a lo largo de 2014 para llegar al tope sagrado del 3%. El Ejecutivo confía en que la Comisión relaje las cifras -se baraja un respiro de hasta 1,5 puntos para este año- y extienda hasta finales de 2016 el plazo para terminar de sanear las cuentas.
Lagarde avaló las pretensiones de España con un doble argumento. A su juicio, Bruselas debe tener en cuenta el «esfuerzo realizado» para corregir el déficit y examinar con cautela las perspectivas económicas de un país que soporta una tasa de desempleo brutal. Las últimas previsiones del Fondo, difundidas el pasado martes, empeoran los principales indicadores con respecto al análisis de principios de año. Las proyecciones auguran que la recesión hundirá el PIB un 1,6% este ejercicio y el paro tocará techo en el 27%. De cara al año próximo, se contempla una recuperación del 0,7%, aunque los expertos advirtieron de que esta estimación podría retocarse a la baja si se aprueban nuevos recortes.
La jefa del Fondo no ocultó que España necesita «claramente» seguir apretándose el cinturón. Su tesis, que desde hace meses se contrapone al rigor inflexible de la UE, es que los gobiernos deben disponer de un plazo mayor para que las economías no descarrilen por más ajustes. Durante la presentación de las previsiones el pasado martes, los especialistas del organismo multilateral concretaron dónde debe poner el foco el Gobierno. El gran objetivo sería profundizar en la reforma laboral para intentar contener la sangría del paro y detallar nuevas medidas de ahorro con la mente puesta en 2014. Estos tajos deberían concebirse con precisión quirúrgica para que el crecimiento no se vea lastrado.
«Momento crítico»
Aunque Lagarde ya ha insistido en varias ocasiones en su predilección por el modelo norteamericano de ajustes moderados, Bruselas se identifica más con la disciplina de inspiración alemana. En cualquier caso, la influencia del Fondo no puede desdeñarse. La entidad comparte responsabilidad con la UE en las troikas que guían los rescates y trabaja codo con codo con el Ejecutivo comunitario. El comisario de Economía ha dado muestras de que podría decantarse por una mayor flexibilidad. Rehn no solo estudia el expediente español, sino que podría ofrecer más tiempo también a Francia. En ambos casos, el precio es que se acelere con las reformas. De Rajoy, espera una nueva vuelta de tuerca en el mercado laboral y cambios de alcance en el sistema de pensiones.
La exministra gala extendió su análisis al resto de la economía internacional. Convencida de que lo «peor» de la recesión ha quedado atrás, agregó que los gobiernos se encuentran ante un «momento crítico» para reactivar el crecimiento. Lagarde dividió en tres grupos a los países a escala global. En el primero, se engloban los emergentes y las economías en desarrollo, que disfrutan de una fuerte expansión.
En el medio, EE UU, Suecia y Suiza han conseguido enderezar el rumbo y miran hacia adelante con optimismo. El último bloque concentra a la zona euro y Japón. La jefa del Fondo habló de que a europeos y nipones les queda «un largo trecho» para dejar atrás sus problemas. Su consejo para la UE es que avance sin descanso en la prometedora unión bancaria.