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Alta Films, abocada al cierre por la crisis

González Macho reduce a 20 su red de 200 salas de cine en toda España y aguarda un “milagro” para mantenerse en la producción

MADRID Actualizado: Guardar
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La crisis no perdona y amenaza con reducir a la nada el conglomerado de exhibición y distribución que comanda Enrique González Macho, presidente de la Academia del Cine. El también productor y fundador de Alta Films, al frente de una red de exhibición de 200 salas en todo el país, podría verla reducida a una veintena. Así lo ha confirmado el propio González Macho, creador de una marca de referencia para los cinéfilos españoles que tras cerrar sus salas en Palma de Mallorca, Bilbao, Zaragoza y Cuenca no descarta cierres en Barcelona, Guadalajara y Tenerife.

Eso supondría en la práctica la suspensión definitiva de la actividad exhibidora y distribuidora de uno de los referentes del cine en España en las últimas tres décadas, uno de los grandes valedores del cine independiente y con especial dedicación al cine de autor. González Macho deshoja la margarita y baraja posibilidades que le permitan mantener la otra pata de su negocio, la producción, sobre la que ha abierto un periodo de reflexión.

La puntilla para el creador de los Cines Renoir ha sido la estrepitosa caída de la afluencia a las salas y la subida del IVA cultual hasta el 21%, que según reconoce González Macho hacen prácticamente inviable la continuidad del negocio de exhibición y distribución. El cese definitivo de la actividad en ambos campos podría materializarse en breve de no producirse “un milagro”, según fuentes Alta Films. Calculan que podrían “sobrevivir como mucho dos meses” y que únicamente la aparición “de un inversor caído del cielo o la modificación de la ley” evitaría la desaparición de una compañía activa desde 1969.

De la debacle podrían quedar a salvo algunas salas de Madrid, los cines Princesa, Renoir Plaza de España y Renoir Retiro. El miércoles pasado Alta Films suspendió las proyecciones en las salas Renoir de Majadahonda, en los alrededores de Madrid, un mes después de que la empresa anunciara a un expediente de regulación de empleo para sus siete empleados amparado en unas pérdidas de 100.000 euros anuales y el desplome de la afluencia de espectadores, que en dos años ha pasado de 130.000 a 70.000. Alta Films cerró hace meses la sala Lido y no descarta el cierre de la sala Roxy B.

No es González Macho el único productor y distribuidor que ve cómo la crisis pone contra las cuerdas su modelo de negocio, castigado por el explosivo aumento del consumo de de cine por internet -legal e ilegalmente-, el derrumbe de las ventas de películas en deuvedé y una crisis económica que merma la capacidad del consumidor de dedicar parte de sus magros ingreso al ocio.