Los grandes maratones toman nota
Los responsables de las próximas carreras, que se celebrarán en Londres y Madrid, garantizan que mantendrán las pruebas y mimarán la seguridad
Actualizado:El atentado en el maratón más veterano del mundo ha colocado en estado de alerta al resto de grandes pruebas del calendario internacional. No en vano Boston, además de tener el peso de la antigüedad con sus 117 ediciones, forma parte de los 'World Marathon Majors' -los cinco grandes-. Es la etiqueta de prestigio que la cita de la capital de Massachusetts comparte con Nueva York, Chicago, Berlín y Londres, lo que significa que se ha atacado a uno de los eventos más prestigiosos y populosos del universo atlético.
El maratón británico es el que más ha interiorizado el atentado de Boston. Londres celebra este domingo su 33ª edición y pasa por ser uno de los más prestigiosos y populosos del mundo, con más de 30.000 participantes. A cuatro días de su celebración los organizadores tienen todos los detalles a punto, pero dejaron claro que se extremarán las medidas de seguridad para que la prueba se dispute sin incidentes y sea una fiesta del atletismo. La Policía Metropolitana explicó que existe un plan de seguridad en marcha que «será revisado» en conjunto con los organizadores del evento, para descartar un suceso como el de Boston.
Nick Bitel, responsable de la organización del maratón inglés, admitió que se trata «de un día muy triste para los atletas y para nuestros colegas que corren maratón», pero insistió en que en su competición se tomarán las máximas medidas de seguridad posibles para que la edición del domingo transcurra sin incidentes. De hecho, Londres atesora la experiencia de años anteriores, y en especial, de los Juegos Olímpicos del pasado verano, donde también las precauciones fueron extremas.
Madrid, que tendrá a 26.000 atletas participando en sus calles el día 28, también toma nota. Guillermo Jiménez, responsable del Mapoma, además de lamentar el fallecimiento de tres personas en la carrera estadounidense, aseguró que «nuestra prueba, aun con tristeza, seguirá adelante», y avanzó que tanto el Ayuntamiento como la Delegación de Madrid se reunirán para revisar el plan de seguridad del 28. Y Nueva York, la gran estrella de los maratones mundiales con sus 40.000 participantes, hará lo propio para dar forma a una edición especial, puesto que en noviembre de 2012 se tuvo que suspender por vez primera a causa de los daños causados por el huracán 'Sandy'.
La capital británica ha sido, de forma indirecta, la más afectada por lo sucedido en Boston al ser la siguiente en el calendario de competiciones. Hay que tener en cuenta que primavera y otoño concentran las grandes citas maratonianas, y así, Boston forma parte del primer grupo junto a Tokio, París, Praga, Rotterdam, Londres o Madrid. Para otoño quedan Nueva York, Berlín o Chicago, por citar solo algunas.
Cada una de ellas tiene su particularidad, pero Boston acapara el sabor de la tradición. Su primera edición data de 1897, y viene inspirada en los primeros Juegos de la era moderna celebrados en Atenas un año antes. Desde entonces no se ha caído del calendario, y como tradición, se disputa el tercer lunes de abril, que coincide con el Patriot's Day. Pero la cita de la capital de Massachusetts tiene más curiosidades. Su premio tradicional era una rama de olivo a los ganadores hasta que tuvo que sucumbir a la presión de atletas y representantes y conceder premios en metálico. Mantiene su recorrido desde la primera edición hasta hoy y, por sorprendente que parezca dado su prestigio, no se pueden homologar en su trazado récords del mundo.
Sucedió en 2011, cuando Geoffrey Kiprono Cheruiyot estableció un crono de 2.03.02. La reglamentación de la Federación Internacional dice que la llegada de un maratón no puede estar situada a menor altura que la cota de salida, algo que sucede en Boston pese a contar con más de una subida de entidad en sus 42,195 kilómetros. Son algunos de los detalles del maratón más antiguo del mundo, que el lunes se vio sorprendido, tras 117 ediciones, por un enemigo desconocido, el terrorismo.