Economia

La CNMV descubre una nueva argucia del presidente de Pescanova

Fernández de Sousa, cuyo cargo está en juego, admite que solo prestó a la compañía un tercio del dinero que logró con la venta secreta de títulos

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) obligó ayer al presidente de Pescanova, José Manuel Fernández de Sousa-Faro, a desdecirse de parte de lo que afirmó el lunes para justificar la venta secreta de la mitad de su participación en la empresa (un 7%) entre enero y febrero -y una pequeña parte en diciembre-, antes de que su cotización bursátil quedara suspendida.

Una vez revisada la documentación entregada, el regulador ha comprobado una nueva argucia del presidente -varios socios de peso se quejaron semanas atrás de la manipulación de algunas notas del consejo-, al tratar de hacer ver que los 31,5 millones de euros que obtuvo en estas operaciones los prestó luego a la compañía. La realidad es que el pasado 7 de febrero le dio un único crédito por apenas un tercio (9,3 millones) a un interés del 5% anual y con vencimiento a tres meses, del que solo informó dos meses y medio después.

En la misma línea, la CNMV advirtió a última hora de ayer que las cuentas anuales de 2012 que le ha remitido Pescanova no se ajustan a «los estándares de contabilidad exigibles». Por ello, «monitorizará» los trabajos del auditor forense contratado (KPMG) por la compañía para revisar sus balances, sin descartar la apertura de algún tipo de expediente.

Está dinámica de ocultación en la que parece envuelta la actual dirección de Pescanova -la deuda real, aún pendiente de auditar, rondaría los 2.700 millones, cuando la declarada oficialmente apenas llega a los 1.600- ha llevado a la banca acreedora a tomar la decisión de pedir su relevo en el cargo, una vez que el concurso de acreedores de Pescanova sea admitido a trámite por el juez.