El plumero comunista

La veda está abierta. Algunos han visto la oportunidad de cargarse la monarquía. La izquierda española, más cercana a Venezuela que a París, se agarra a todo lo que puede o huela a populismo, sean desahucios, 15M u okupaciones, con tal de pescar en río revuelto. De algunos se espera que lo mismo hablen de derechos humanos y defiendan dictaduras, pero de quien uno menos se esperaba estas contradicciones tan burdas es del nuevo columnista de SUR y anterior portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes.

En su artículo sobre el posible fin de la monarquía parlamentaria española, el profesor, además de meter al Rey en el mismo saco de los escándalos de una parte de su familia, atribuye la crisis de esta forma de Estado al «anacronismo de mantener una Jefatura de Estado por razones genéticas». Al margen de mitificar otra vez la República española de 1931, aniquilada desde dentro por socialistas, comunistas y anarquistas «por ser una democracia burguesa», el profesor no cae en la cuenta de que en la admirada Cuba socialista quien gobierna es el hermano del dictador, en la comunista Corea del Norte lo hace toda una saga genética de verdaderos dementes que tienen a su pueblo muerto de hambre y, para más inri, que su partido sostiene en el Gobierno andaluz a un gobierno que ha hecho del enchufe familiar (o genético) una de sus señas de identidad, como queda claro en el sumario de los ERE.