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Valero Rivera durante el Mundial de 2013 / Javier Soriaro (AFP)
Balonmano | selección

Valero Rivera se despide por carta rumbo a Catar

El técnico español, cuya carrera está plagada de éxitos y ha recibido una oferta irrechazable, elude mencionar el nombre de su país de destino y el de Urdangarin

MANUEL CASTILLA
MADRIDActualizado:

Valero Rivera confirmó este lunes a través de una carta su renuncia como seleccionador español de balonmano. Su futuro está ligado a otro equipo nacional y, aunque no quiso citar el nombre del país al que dirigirá, todo indica que Catar será su próximo destino. «Este punto final al ciclo como seleccionador español se debe a que ha habido otra federación que se ha volcado hasta convencerme», reconoció el técnico aragonés. El país asiático lleva tiempo tras los pasos de Rivera, que no ha podido rechazar una oferta irrechazable. Valero Rivera pasará a cobrar cerca de 800.000 euros anuales por ejercer su profesión en tierras cataríes, una cifra totalmente desorbitada en el mundo del balonmano.

Le acompañará en su nueva aventura Iñaki Urdangarin, aunque Valero Rivera tampoco quiso mencionar el nombre del yerno del rey en su despedida. El exseleccionador nacional ofreció a Urdangarin un puesto en su cuerpo técnico y el duque de Palma ha aceptado la propuesta, ya que la Fiscalía ha anunciado que no impedirá que el exjugador azulgrana abandone el país.

Valero Rivera se despide en su carta agradeciendo el apoyo recibido, sobre todo de Juan de Dios Román, hombre que le colocó al frente de la selección española. También aprovechó para recriminar la actitud del candidato a ocupar la presidencia de la Federación Española de Balonmano (RFEBM) Francisco Blázquez, ya que en ningún momento se puso en contacto con él para interesarse por su futuro.

El entrenador más laureado de España abandona el equipo nacional como campeón del mundo, título conseguido el pasado mes de enero en Barcelona. Además, también obtuvo la medalla de bronce en el Mundial de Suecia celebrado en 2011. Valero Rivera empezó a forjar su leyenda como entrenador en 1983, cuando el por entonces presidente del Barcelona, José Luis Núñez, le ofreció hacerse cargo del banquillo azulgrana para sustituir a Jordi Petit. Pocos meses después de su incorporación al Barça logró llevar a sus vitrinas la Recopa de Europa, primer título continenal para la sección de balonmano del Barça.

El rendimiento del conjunto dirigido por Rivera fue espectacular. Jugadores como David Barrufet, Enric Masip, Rafa Guijosa o Iñaki Urdangarin formaron un gran grupo, casi invencible a finales de los años 90 y principios del siglo XXI. En 2004 el entrenador maño decidió abandonar el banquillo tras conquistar más de 70 títulos en 21 años, entre los que destacan seis Copas de Europa y cinco Supercopas de Europa.

Recuperado por Juan de Dios

No volvió a dirigir hasta que Juan de Dios Román, presidente de la Federación Española nombrado en 2008, le ofreció hacerse cargo de las riendas del equipo nacional. Rivera volvía así al banquillo de España, ya que en 1993 ya ejerció de seleccionador durante el Mundial de Suecia, donde logró un quinto puesto.

Su primer reto en su nueva etapa era el Mundial de Croacia de 2009. No le fueron muy bien las cosas, ya que la selección no pudo pasar ni la primera ronda, con lo que no cumplió sus expectativas. Pese al mal resultado, la directiva siguió confiando en él. La selección aumentó entonces su potencial y esa evolución se reflejó en el Mundial de Suecia de 2011, torneo en el que los pupilos de Rivera consiguieron la medalla de bronce. Este podio ilusionó a los jugadores de cara a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero Francia eliminó al equipo español en cuartos en un polémico partido.

La cima del combinado español se produjo durante el Mundial de España de 2013. La selección partía como una de las favoritas por sus grandes jugadores y porque era el equipo local. Tras eliminar a Serbia, Alemania y Eslovenia, el grupo dirigido por Valero Rivera llegó a la final, en la que se enfrentaría a la temible Dinamarca. Fue un partido por el título muy diferente al esperado. La selección no tuvo rival. Arrolló a los daneses y España se adjudicó la segunda corona mundial de su historia.