SOMOS EL CÁDIZ

Comparecía el pasado viernes en rueda de prensa previa al partido de hoy el lateral cadista Aitor Núñez y, en contestación a una de las preguntas formuladas por los periodistas allí presentes, señala de forma textual: «El Écija es un equipo peligroso, pero somos el Cádiz». ¡Bingo, Aitor! Somos el Cádiz y estamos en Segunda B. ¿Sabes qué significa eso? Permíteme explicártelo. Significa que estás defendiendo unos colores y un escudo centenario, colores y escudo que antes defendieron jugadores grandes, muy grandes, y que dejaron el nombre del Cádiz CF en lo más alto del panorama futbolístico español. Significa que gracias a esos jugadores que hicieron historia, este equipo goza de una afición entregada a su equipo, que es capaz de dar la vida si hiciese falta por defender ese escudo. Significa que este equipo, en un tiempo no muy lejano, era el segundo equipo de muchos aficionados al fútbol repartidos por el territorio español. Significa que si este equipo está en Segunda B, lo único que vale cuando el equipo juega en casa es ganar, ganar sí o sí, jugando bien o regular, pero sobre todo entregar el alma sobre el verde del Carranza. Significa que es una obligación estar arriba y pelear por el ascenso, y para eso hay que darlo todo partido tras partido. Significa disfrutar de un estadio, una ciudad deportiva y un entorno mediático que respira futbol por los cinco sentidos. Por lo tanto, Aitor, no nos merecemos escuchar que un equipo de la parte baja de la tabla sea un equipo peligroso. No merecemos aguantar la temporada que estamos viviendo. No merecemos perder el tren del ascenso a las primeras de cambio. No merecemos estar sufriendo a estas alturas por cerrar la permanencia en la categoría. No merecemos tragarnos kilómetos y kilómetros para ver a nuestro equipo hacer el ridículo en campos modestos y salir escuchando eso de 'chirigota, chirigota'. No, no merecemos tanto castigo.