ESPAÑA

Cospedal asegura que los escraches contra políticos son «puro nazismo»

La número dos popular nombra por primera vez a Bárcenas y dice que es «la primera indignada» tras conocer su enorme patrimonio en Suiza

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Partido Popular ha elevado al máximo la dureza de las descalificaciones a los escraches realizados por la plataforma antidesahucios en las proximidades de los domicilios de alguno de sus dirigentes, que ya han afectado entre otros a primeros espadas como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, o el presidente del Congreso, Jesús Posada, así como a numerosos diputados.

Hasta ayer, la línea oficial, marcada por el propio presidente Mariano Rajoy, fue limitarse a tildar las protestas de «radicalmente antidemocráticas», al tiempo que las delegaciones del Gobierno, coordinadas con el Ministerio del Interior, ponían los medios policiales para tratar de que los manifestantes no se aproximasen a las casas e identificaban a los organizadores y participantes para más tarde imponerles sanciones administrativas por violar la regulación legal del derecho de reunión y manifestación.

Solo la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, elevó el tono hace unos días cuando vinculó a la plataforma con el entorno de la banda terrorista ETA, camino que ya se abandonó. El intento de un exdiputado canario del PP de incitar a contestar al acoso con violencia física fue descalificado de inmediato por la organización, que respondido con su apartamiento de los puestos de dirección y la apertura de un expediente.

Sin embargo, Dolores de Cospedal subió ayer varios peldaños. En un acto público del PP celebrado en Madrid, aseguró que el comportamiento de los organizadores de los escraches es «puro nazismo».

En opinión de la número dos popular, «los acosos, la violencia física y verbal, los ataques a las personas, a las viviendas y a sus familias» que atribuye a las organizaciones antidesahucios, con los que intentan presionar a la mayoría absoluta popular del Parlamento para que acepte y convierta en ley las medidas de la iniciativa legislativa popular que fue avalada por más de un millón de firmas, no pueden definirse de otra manera».

«Totalitario y sectario»

La secretaria general considera que los escraches «no reflejan más que un espíritu totalitario y sectario». «Es lo más contrario que hay a la democracia», señaló, antes de preguntarse indignada: «¿Qué es esto de tratar de violentar el voto?».

En su opinión, por «loable» que sea el objetivo que persiguen las protestas, «pierden todo el sentido cuando ejercen la violencia». «Jugar a la cacería o a que la diana sea el político es ir contra de la política y por tanto contra la democracia», concluyó su análisis.

La número dos popular, que clausuró un debate titulado 'Los políticos no son el problema', con el que el PP quiere salir al paso de la factura social que le han comenzado a pasar la política del Ejecutivo y el 'caso Bárcenas', decidió ayer romper su propio tabú y la ley del silencio que afecta a todos los dirigentes y citó a Luis Bárcenas por su nombre.

Lo hizo para afirmar que, de hecho, ella fue «la primera indignada» tras enterarse de que quien fue tesorero del partido hasta 2010, pero que cobró del PP hasta enero pasado, había amasado una multimillonaria fortuna, que ocultó en bancos suizos, mientras gestionaba las cuentas de la formación. No obstante, no dijo ni una palabra de los 'papeles de Bárcenas' ni de la apertura de una causa en la Audiencia Nacional que investiga la presunta financiación irregular de los populares.