Las horas extras se hunden y más de la mitad no se pagan
Los trabajadores que prolongan su jornada son un 61% menos que en 2007, aunque los más formados tienen ventajaEn España 346.000 asalariados todavía mantienen una segunda ocupación; representan solo el 1,95% del total, frente al 3,9% del conjunto de la UE
Actualizado:La espectacular caída de la actividad y de la ocupación en España ha alcanzado ya a todo tipo de sectores y trabajadores. El pluriempleo y las horas extras han sufrido con especial intensidad el impacto del desplome de la economía que se inició en la recta final de 2007. En una etapa negra para el mercado laboral, los asalariados con dos o más trabajos han descendido un 34% en ese periodo. El personal que realiza horas extraordinarias se ha reducido aún más: un 61% desde ese año. Y el volumen de las efectuadas el pasado ejercicio fue apenas la mitad -un 46% menos- que las registradas en 2008, cuando el país ya estaba en recesión. Y por si fuera poco, desde comienzos de 2012 el tiempo de prolongación de la jornada pactada en convenio que no se paga por las empresas ha superado al de las extras que sí se abonan.
El pluriempleo es una constante en todos los mercados laborales; y, en general, más frecuente en otros países que en España. Desempeñarlo no está al alcance de todos, ni tampoco el conjunto de los trabajadores se sienten tentados. Pero lo que sí parece claro es que los ingresos que supone son la causa primordial del que lo ejerce, unas veces por complementar salarios más o menos suficientes y otras por pura necesidad. Los últimos datos de la UE, correspondientes a 2011, revelan que en los 27 países miembros había entonces 8,3 millones de asalariados en esas circunstancias, lo que representa un 3,9% de la población ocupada.
La crisis ha incidido poderosamente en España en este apartado -más que en Europa, donde ha tenido menor efecto en el paro- y ha impulsado a la baja el número de trabajadores con dos o más puestos retribuidos. De tal forma que desde 2008, cuando toco máximos, ha pasado de un 2,7% del total al 1,95%.
Es decir, en torno a 346.000 trabajadores tenían más de un empleo al acabar el año pasado, según la Encuesta de Población Activa (EPA), frente a los 526.000 del segundo trimestre de 2008. Ello ha coincidido con un fuerte aumento del paro.
Al igual que sucede con el conjunto del mercado laboral, la formación recibida por los trabajadores es un elemento primordial a la hora de conseguir una segunda ocupación. En el caso de España, por ejemplo, más de la mitad de los que la tienen han alcanzado la educación superior -en concreto, 193.000 personas-, pese a que es un colectivo menor que los de otros niveles de enseñanza. Otros 100.000 pluriempleados tienen estudios primarios o secundarios de primer ciclo; y el resto (74.000), secundarios de segundo ciclo y postsecundarios, según cifras de Eurostat -la oficina estadística de la Comisión Europea- para 2011, cuando había 367.000 ciudadanos en esta situación.
La mayoría, asalariados
La mayor parte de las personas con más de una ocupación son asalariadas en su empleo principal, mientras que un 20% son trabajadores por cuenta propia. Desde otra perspectiva, algo más de un tercio de los puestos laborales secundarios lo son por cuenta propia, según la EPA del último trimestre de 2012.
Otra modalidad de prolongación de la jornada laboral, diferente a la de tener dos puestos de trabajo, es la de las horas extraordinarias, capítulo en el que también se ha dejado sentir la crisis con especial virulencia. Así, el número de empleados que las realiza ha bajado de casi 1,5 millones en el primer trimestre de 2007 -máximo histórico- a 580.000 a finales del pasado ejercicio, un hundimiento del 61%. Pero lo más sobresaliente es que más de la mitad de los trabajadores que hicieron esa tarea añadida a su jornada laboral no cobraron por ello.
Así como el pluriempleo es totalmente libre, y la única condición para sumarse es cotizar por el mismo a la Seguridad Social, las horas extraordinarias están limitadas por ley a 80 anuales, aunque no se computarán en tal límite las que se compensen con descanso en los cuatro meses posteriores a su realización. Tampoco cuentan las que se realizan por fuerza mayor, que son obligatorias y cuyo objetivo es prevenir o reparar daños extraordinarios.
Y sobre el número de horas extras que efectúan los trabajadores a la semana, de la última EPA se desprende que serían 4,95 millones. Ello elevaría a cerca de 260 millones las realizadas en un año completo, cuando para 2008 la estimación supera los 480 millones. Si se divide esta cifra por una jornada laboral de 1.700 horas anuales, arroja el equivalente a unos 153.000 puestos de trabajo a jornada completa.