John Kerry con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, en la Casa Azul de Seúl. :: PAUL J. RICHARDS/ AFP
MUNDO

Kerry advierte a Corea del Norte contra el «error enorme» de la amenaza nuclear

Un informe secreto del Pentágono asegura que Pyongyang puede cargar cabezas nucleares en sus proyectiles aunque Seúl tiene reservas

SEÚL. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A su paso por Seúl, primera escala de su gira asiática, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, advirtió ayer al joven dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, de que disparar los misiles que ha desplegado en su costa oriental sería un «error enorme». «Sólo aislará aún más a su país y a su pueblo, que está desesperado por comida y no por lanzamientos de misiles», señaló Kerry, quien se reunió con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, y su ministro de Exteriores, Yun Byung-se, para reafirmarles la alianza estratégica de la Casa Blanca.

«Si Kim Jong-un decide lanzar un misil, ya sea al mar de Japón o en alguna otra dirección, estará escogiendo voluntariamente ignorar a toda la comunidad internacional», dijo Kerry, quien recordó la Resolución 1874 de la ONU, que reclama a Pyongyang detener todas sus pruebas balísticas y nucleares, por supuesto sin ningún éxito hasta ahora. Tras calificar sus amenazas de «intolerables», el responsable de la diplomacia estadounidense insistió en que «estamos todos unidos en el hecho de que Corea del Norte no será aceptada como una potencia nuclear». De igual modo, presionó a China para que fuera más dura con su aliado histórico.

Aunque su visita estaba programada de antemano, ha coincidido con la peor crisis de los últimos tiempos en la Península Coreana debido a la cascada de amenazas casi diarias del régimen estalinista dirigido por Kim Jong-un, quien intenta consolidar su poder interno y reabrir las conversaciones de desarme con Estados Unidos a cambio de petróleo, ayuda humanitaria y reconocimiento diplomático.

Tras las sanciones contra su último ensayo nuclear en febrero, Pyongyang ha declarado el estado de guerra, retirado a los 53.000 trabajadores norcoreanos de un polígono industrial gestionado con el Sur y amenazado con una retahíla de provocaciones.

La última de ellas, según sospecha Corea del Sur, consiste en una prueba de misiles Musudan de medio alcance para celebrar el 101 aniversario del nacimiento del fundador de la patria y abuelo de su actual dictador, Kim Il-sung, que se conmemora el lunes. En teoría, porque aún no han sido probados, dichos proyectiles pueden recorrer 3.500 kilómetros y golpear Japón y la base estadounidense en la isla de Guam, en el Pacífico.

Añadiendo más incertidumbre a la tensión que ha provocado dicho ensayo, la Agencia de Inteligencia de Defensa, dependiente del Pentágono, cree «con moderada confianza que Corea del Norte tiene actualmente capacidad para montar armas nucleares en sus misiles, aunque su fiabilidad es baja».

Así lo reveló el jueves el congresista republicano Doug Lamborn al leer en una audiencia del Capitolio un pasaje desclasificado de un documento secreto, lo que ha provocado cierta controversia entre la Administración Obama y sus aliados surcoreanos.

Disuasión

Mientras el Pentágono aclaró que sería inexacto sugerir que el régimen de Pyongyang ha probado completamente, desarrollado o demostrado su capacidad nuclear», el portavoz del ministerio de Defensa surcoreano, Kim Min-seok, manifestó sus «dudas de que el Norte haya logrado una cabeza nuclear pequeña y ligera que pueda montar en un misil». Incluso el secretario de Estado Kerry tuvo que salir al paso asegurando que «Corea del Norte todavía está lejos de alcanzar tal nivel porque aún no ha desarrollado ni probado completamente la capacidad nuclear necesaria».

Según explicó a este periódico Kim Dong-soo, experto del Instituto de Corea para la Unificación Nacional (KINU), la actual tecnología de Pyongyang «no le permite cargar armas nucleares en misiles intercontinentales, pero puede hacerlo en los de medio alcance», como los Musudan desplegados en la costa oriental. Aunque Kim Dong-soo cree que serán disparados antes del lunes, no teme que su lanzamiento provoque una guerra porque «volverá a funcionar la disuasión mutua entre el Norte y el Sur y ninguna parte cruzará la línea».