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MUNDO

Chavismo y oposición se acusan de urdir planes para boicotear las elecciones

M. L. DE GUEREÑO
LA HABANA.Actualizado:

Las acusaciones del oficialismo y la oposición de planes desestabilizadores y para desconocer los resultados arrecian en la breve pero caliente campaña electoral venezolana. Ayer fue Diosdado Cabello quien presentó por televisión supuestas pruebas que implicarían a un grupo de centroamericanos con vinculaciones con el anticastrista Luis Posada Carriles. «Se han presentado informes de inteligencia, tenemos a las personas identificadas. Vinieron a Venezuela a colocar bombas, a realizar atentados y hacer sabotajes eléctricos», dijo.

El presidente de la Asamblea Nacional mostró una conversación del chófer de Capriles comentando que su jefe ganaría, pero que «le harían peo (trampa)». Por ello, al considerarse ganadores, aunque las urnas favorezcan al actual presidente encargado Nicolás Maduro, Capriles, como líder de la oposición, sería el primero en rechazar las cifras y eso daría pie a la violencia. Según el Gobierno chavista, el grupo de derecha está integrado por el diputado salvadoreño Roberto D'Aubvisson, hijo de otro político relacionado hace años con actividades anticastristas, y Daniel Koch Arana, un ex militar venezolano y dirigente del llamado Grupo A. El objetivo, según Cabello, es crear más inseguridad y asesinar a Maduro.

Henrique Capriles, por su parte, contraataca con más fuerza, promete mantener las misiones y todos los logros sociales del chavismo y se desmarca de esos presuntos planes. Maduro, en una de sus últimas intervenciones en la breve campaña, afirmó que respetará los resultados y criticó que su principal rival no lo haya prometido.