«Eres una payasa y me río en tu cara. Nadie te quiere en la casa»

Lo que iba a ser una fiesta de sábado noche, se convirtió en una monumental bronca -otra más, mejor dicho- entre los gemelos y Argi. Un comentario de la bilbaína encendió a los Montoya, que soltaron por la boca innumerables 'lindezas'. Todo comenzó en el baño de la casa de Guadalix, donde la gran hermana le dijo a los sevillanos que le habían dicho que ellos podrían nominarla y que habían hablado mal de ella. A lo que Gonzalo, fuera de sí -daba patadas a todo el mobiliario con el que se encontraba-, le contestó furioso: "¿Quién coño habla de mí a mis espaldas? ¡Qué me hablen a la puta cara!".

Después de este encontronazo, el sevillano se fue a la cocina para preguntar a sus compañeros "¿quién está malmetiendo?". La bilbaína, mientras le intentaba calmar, le explica que si ella le cuenta algo "en confianza" no puede ir a pedir explicaciones al resto. "Me suda la confianza. ¡Qué me lo digan en la puta cara!", repetía Gonzalo.

El gemelo se fue al jardín a ver si se le pasaba el cabreo, pero pasó el efecto contrario. "¡Me cago en mi puta madre ya! ¡Va a ser mi última noche!", gritaba mientras los compañeros le intentaban calmar sin éxito. "Me da coraje que Argi sea una chivata y venga a decirme cosas para hacernos daño", seguía diciendo el andaluz.

La salida de Argi al jardín encendió aún más los ánimos del sevillano. "Eres un pringao", le espetó la bilbaína. Para que quieres más. El andaluz estalló: "Eres una payasa y me río en tu cara. Nadie te quiere en la casa. Falsa, que eres una puta falsa". Se quedó agusto.