Gandhi se escribe con hache
El Ayuntamiento granadino de Algarinejo cambia el nombre de la calle dedicada al apostól de la no violencia por los errores para deletrearlo
Actualizado:De siempre los españoles han tenido dificultades con el idioma extranjero. Y no solo con el inglés. En Algarinejo (Granada), los munícipes han decidido cambiar el nombre de Mahatma Gandhi por el más castizo de avenida de la Juventud. La razón de la mudanza es que el nombre de 'Mahatma', que proviene del sánscrito y el hindi, era impronunciable y origen de múltiples confusiones para los habitantes. No en balde, las cartas se extraviaban y las mentes se atoraban con el nombre y el apellido del apóstol de la no violencia.
La decisión se tomó el pasado 21 de marzo, gracias a los votos de los seis concejales del PP, que gobiernan el pueblo. Nada más conocerse la noticia, los periodistas que se acercaron hasta el lugar comprobaron in situ la impericia de los algarinejenses para manejarse con las variantes de los idiomas indostánicos. Cuando se invitó a los nativos a que escribieran el nombre del político indio, el resultado fue un galimatías. Hay quien confunde al activista indio con la isla de Manhattan. El problema va más allá de la ortografía y se adentra en el terreno de la cultura general. Pocos saben en Alganirejo quién es Gandhi, y los que más se acercan solo aciertan a balbucir unos cuantos lugares comunes sobre la India.
Aunque en el pueblo son muchos los que se hacen lenguas con la nueva denominación, no todos han recibido con agrado el cambio. Los más disgustados son los ediles socialistas, que entienden que la difícil escritura del nombre del líder indio no justifica que se destierre del callejero. De hecho, los cinco concejales del PSOE votaron en contra. Para los socialistas la decisión de equipo de gobierno tiene algo de agravio, dado que la iniciativa de bautizar en 2010 una calle con el nombre del héroe nacional de la India fue una idea de la izquierda. De hecho, Mahatma Gandhi era uno más de los prohombres y adalides de la paz que contaban con una calle en el pueblo. También Martin Luther King, Vicente Ferrer o Rigoberta Menchú, todos ellos luchadores por la paz y la justicia, disponen de una calle en Algarinejo, en concreto en una zona residencial donde hasta hace poco lucían las letras de Gandhi. El lugar nació con mal fario: de las sesenta viviendas que estaba previsto hacer solo se edificaron unas diez.
Está por ver si ahora el municipio recupera la paz, aunque sea a costa de sacrificar a Gandhi. Este pueblo de olivares, de ritmo pausado y famoso por sus chacinas, era un oasis para los amantes de la tranquilidad. Hasta que el profeta de la desobediencia civil vino a sembrar cizaña. Lo más curioso es que por Algarinejo han pasado fenicios, cartaginenses, romanos, árabes y bereberes. Esta mezcla cultural no fructificó en un don de lenguas.