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FÚTBOL | primera división

El Madrid golea por inercia

El gol de un blando Levante despertó a un equipo que comenzó sin Cristiano, remontó en un pispás y se disparó en los últimos minutos

IGNACIO TYLKO
MADRIDActualizado:

El público que asiste al Bernabéu debería pagar precios reducidos para determinados espectáculos porque presencia más bien reposiciones, no películas de estreno. Tanto esta temporada como en años anteriores, son recurrentes las historias que se suceden en numerosos partidos del Real Madrid, sobre todo en los que se celebran antes o después de grandes duelos continentales o de compromisos de selecciones. Mourinho apuesta por las rotaciones, hasta el punto de que en esta ocasión prescindió de inicio de Cristiano, y su equipo no sale con la intensidad exigible. Los rivales suelen subirse a las barbas del campeón y herir en su orgullo a futbolistas de alta gama que reaccionan en un pispás y acaban goleando.

Quizá porque temía un choque mucho más trabado ante los levantinistas, con fama de duros y en los últimos tiempos muy picados con las estrellas madridistas, el técnico portugués dejó fuera de la alineación al astro de Madeira y también al punzante Di María y al ingenioso Özil. Apostó arriba por Higuaín y Benzema, una pareja a la que exige más continuidad y goles, y volvió a confiar en Kaká para partidos de medio pelo. Es triste lo del brasileño, un ‘Balón de Oro’ que en este Madrid se ha quedado casi para las pachangas. Suele brillar en ellas, aunque ante el Levante ni eso, y fue castigado con la sustitución al poco de iniciarse la segunda mitad, pero luego no goza de continuidad. Y si entra en liza en algún partido de enjundia, como el último de Liga ante el Barça, no responde.

Incluso a medio gas, el Madrid dejó destellos y malgastó algunas ocasiones antes de que Míchel sorprendiese en un contragolpe. Marcó con cierta fortuna, superada la media hora, y de inmediato ‘Mou’ mandó calentar a Cristiano. Esa combinación surtió efecto en los merengues, que despertaron como fieras. Les sobró tiempo para remontar ya antes del descanso con suma facilidad. Debieron pensar que era humillante para ellos necesitar a CR7 para superar a un rival tan humilde como bien trabajado por JIM.

La rabia del ‘Pipita’

Higuaín acudió al rescate con una volea extraordinaria, de las más bellas de este curso. El centro de Xabi Alonso era magnífico pero el gesto técnico del argentino fue de enorme plasticidad. Lo celebró con rabia el ‘Pipita’, que se quitaba un peso de encima. Apenas tres minutos después, una jugada de carambola propició un penalti de lo más tonto por mano de Lell. Fue clara, pero solo el lateral alemán sabe si intencionada. Kaká engañó al veterano Munúa, uno de esos clásicos ‘arqueros’ que meten miedo. Pese a que el Madrid ya marchaba en ventaja, con el partido bien encarrilado, a Mourinho le desagradó lo que había visto y en el descanso señaló a Callejón. El motrileño no había estado bien pero entendió el entrenador que había llegado la hora de Cristiano. No quería más sustos, ni zarandajas.

La segunda mitad resultó anodina hasta el tramo final. También es típico que el Madrid acelere en los últimos minutos para redondear los resultados, mejorar sus registros y estadísticas y acallar las voces de quienes critican los métodos de ‘Mou’ y el desdén que en algunas fases muestran los profesionales. Antes de que Cristiano y el recién entrado Özil, por dos veces, pusieran tierra de por medio, lo había intentado el corajudo Levante, pero sin la calidad y la fuerza suficientes para poner en apuros a un Diego López que vive los días más felices de su carrera. Este duelo vespertino era un trámite para el todavía campeón, obligado a salir con tres puntos, sin esfuerzos extraordinarios y dañados. Ya son 39 partidos sin caer en el Bernabéu, desde que se impuso el Barça en enero de 2012, en la ida de cuartos de final de Copa. Las decisiones de retirar a Kaká y a Benzema son carnaza para tertulianos.