A navajazos durante el funeral de un pariente en Granada
Uno recibió doce puntos de sutura en la cabeza y el otro fue atendido de una herida con arma blanca en el muslo de la pierna izquierda
GRANADAActualizado:Los funerales no solo son momentos de encuentro para despedir a personas cercanas. A veces son puntos de desencuentro, de choque de sentimientos.Hasta de bronca. El tanatorio de Pinos Puente se convirtió el pasado viernes en una especie de ring entre dos miembros de una misma familia, que hicieron caso omiso al cuerpo que velaban para montar la marimorena en la misma puerta de este tanatorio.
El recinto abrió sus puertas por la mañana para velar el cuerpo de una persona mayor que apareció muerta en su domicilio sin signos de violencia.Tal y como suele hacerse en estos sucesos, el caso se puso en conocimiento del juzgado de guardia y de la Guardia Civil. Los familiares del fallecido no parecían llevarse demasiado bien.
Después del levantamiento del cadáver y su traslado al tanatorio de PinosPuente, comenzó la batalla. Dos familiares del fallecido, uno de 38 años y el otro de 42, se enzarzaron en una discusión porque al parecer uno de ellos interpretó que el agresor se había metido con su hijo, menor de edad. No medió palabra alguna. Abrió una navaja, extendió su afilada hoja y se la clavó en el muslo izquierdo a su familiar. Los allí presentes ni se enteraron en el momento del suceso. Seguían a lo suyo, velando el cadáver que estaba de cuerpo presente.
El herido, tras verse con la navaja clavada, cogió un bate de béisbol de un turismo y le dio un fuerte golpe en la cabeza que le originó una gran brecha. A partir de ahí, cada uno fue por separado y con ayuda de otros que se encontraban en el tanatorio al centro de salud dePinos Puente, desde donde fueron remitidos alHospital de Traumatología.
Todo este suceso ocurrió pocas horas después de encontrarse en el tanatorio los familiares del fallecido. La bronca continuó después del encontronazo entre los dos malheridos. Los responsables de la funeraria llevaban el cuerpo del difunto en el vehículo camino de la iglesia parroquial de esta localidad cuando otros dos familiares del fallecido iniciaron una fuerte discusión que acabó sin agresión, gracias a la mediación de un tercero que logró calmarlos.
Mientras tanto, los dos heridos se recuperaban en el Hospital de Traumatología.Una vez que la víctima del navajazo recibió el alta médica se dirigió al cuartel de la Guardia Civil para presentar la correspondiente denuncia contra su agresor. Durante el testimonio se le olvidó decir que le abrió la cabeza a su agresor y que éste necesitó doce puntos de sutura en la cabeza para cerrar la herida.
Los agentes del instituto armado, tras tomar declaración a los dos protagonistas de la bronca, decidieron imputar a ambos por un delito de lesiones, pero ninguno quedó en calidad de detenido.
La suerte quiso que el navajazo no atravesara ninguna arteria y que no hubiera más muertes además de la del fallecido a quien velaban, que finalmente y tras las dos peleas registradas entre familiares pudo ser enterrado en el cementerio.