La Juventus escapa de Múnich
La grandiosa actuación de Buffon evitó que el equipo italiano se marchara goleado de Alemania
Actualizado: GuardarDisparó pronto el Bayern a la cabeza de su rival. Buffon apenas se había colocado en su portería cuando Alaba descargó un zurdazo que se envenenó al contacto con la puntera de Arturo Vidal y se coló por el palo inesperado del guardameta italiano. Supuso una sorpresa para el público del Allianz Arena pero el duelo no derivó en locura. En cambio, esos 22 segundos iniciales presentaron a los actores principales de la noche: los atacantes alemanes y el muro italiano en la portería.
En principio, la Juventus conservó la calma y evitó entrar en shock ante la temprana picadura con la que los bávaros han tumbado a los más grandes clubes de Europa. De hecho, los mejores momentos de los italianos se desarrollaron durante los primeros minutos con su presión, líneas adelantadas y el control de Pirlo y Arturo Vidal. Con el equipo de Jupp Heynckes retrasado los juventinos se adormecieron en defensa y hasta Arturo Vidal avisó con un buen disparo desde fuera del área.
No obstante, era una trampa del Bayern que terminó por engañar los visitantes. Entonces los bávaros desplegaron su plan maestro. Con un juego pausado y sin riesgos hasta el medio campo se acercaron hasta los dominios visitantes para acelerar con sus veloces puntas y enloquecer a sus marcadores.
En medio de la tormenta, los defensores italianos empezaron a perder el norte. Las piernas de Barzagli, Bonucci y Chiellini temblaron al iniciar cada jugada y hasta Pirlo se contagió con su imprecisión. Los correspondientes errores en zonas peligrosas surtieron de contragolpes a los talentosos Ribéry, Robben –sustituyó al lesionado Kroos- y Thomas Müller, quienes se deslizaron por las bandas y las líneas de fondo ante los obtusos defensas de Antonio Conte.
La inminente goleada solo encontró un obstáculo: Buffon. El italiano se multiplicó en un curso de las más variadas acciones de un portero. Por alto. Por bajo. Con reflejos. Con colocación. Ante disparos a bocajarro. Frente a lanzamientos lejanos. Con los puños. Atrapando balones. El ‘1’ de la Juventus se agigantó y brilló en Múnich de manera inversa a la participación de sus compañeros. El guardameta desplegó toda clase de maniobras ante la tropa de Ribéry en un huracán de llegadas. De hecho, el único disparo que alcanzó su red se originó en un posible fuera de juego de Mandžukic, antes de que el delantero facilitara a Müller el segundo tanto.
Acabada la pólvora alemana Buffon, el portero menos goleado de la presente edición de la Liga de Campeones –cuatro goles encajados-, se despidió con la cabeza bien alta porque si la Juventus no se despidió de la máxima competición en Múnich fue gracias a él, el héroe de Carrara. El Bayern, en cambio, se marchó con una sonrisa que pudo haber sido más amplia. Los de Heynckes desperdiciaron su oportunidad de sentenciar la eliminatoria y recibieron la ayuda de un árbitro que no vio un penalti en la primera mitad a Mandžukic y mantuvo su ceguera en el pisotón de Ribéry a Vidal que debió costarle la expulsión al francés.