Italia reniega de los «sabios»
El partido que representa a Monti es ahora el único que apuesta por el trabajo de los dos grupos de expertos para sacar al país del bloqueo político
Actualizado: GuardarNi tecnócratas, ni «sabios». La aprobación que recibió Giorgio Napolitano por la elección de diez personalidades para reflotar las instituciones italianas apenas perduró unas pocas horas. Las fuerzas políticas continúan divididas pero parecen haberse puesto de acuerdo en una cuestión: que el último recurso impulsado por el jefe de Estado no traerá de regreso la gobernabilidad. De comprometido salvador, el presidente, de 88 años, ha pasado a ser señalado con el dedo por recurrir a una estrategia que los partidos creen que va encaminada a ganar tiempo y, sobre todo, a reforzar al primer ministro en funciones, Mario Monti, con una iniciativa hecha a su imagen y semejanza.
La propia idea de invertir el proceso -elaborar primero el programa y luego buscar acuerdos- es la primera evidencia de la sintonía de Napolitano con el criterio seguido por 'Il Professore'. Tampoco resulta casual el hecho de que en su discurso el mandatario hiciera un énfasis especial en defender a Monti frente a las acusaciones por la debilidad de su Ejecutivo, sobre todo a raíz de la dimisión la semana pasada del titular de Exteriores, cargo que se ha visto obligado a asumir también el excomisario europeo.
Napolitano nunca ha ocultado sus preferencias por el líder tecnócrata, el candidato querido por los defensores del rigor en la UE. Simplemente, da la sensación de que no quiere tenerlo lejos cuando arrecia la crisis en los mercados y se propaga el bloqueo político. Mientras, los 'montianos' -como se denomina a los miembros de la alianza centroizquierdista Elección Cívica- exhiben su satisfacción por la creación de las dos comisiones para trazar las líneas maestras del futuro Gobierno. De hecho, son los únicos que siguen mostrando su respaldo incondicional al plan del jefe de Estado. «El presidente ha protegido una experiencia y un modelo, un Gobierno que hasta hoy ha preservado a Italia frente al cuadro político que tenemos», aseguró el coordinador de la formación, Andrea Olivero, en una entrevista para el periódico 'Il Corriere della Sera'.
El desengaño, sin embargo, ha calado en Beppe Grillo. Después de clamar victoria al ver cómo Napolitano daba vida a su propuesta de dar mayor peso al Parlamento y dejar a Monti al frente del Ejecutivo, recibió un jarro de agua fría al conocer que ninguno de los integrantes del Movimiento 5 Estrellas había sido elegido para formar parte del comité de personalidades. Ayer, visiblemente enfurecido, rompió su silencio. «Italia no necesita a los misteriosos negociadores o mediadores que operan como grupos de sabios, ni a las 'cuidadoras de la democracia», espetó. Previamente, su portavoz, en el Senado, Vito Crimi, había adelantado que tendría «dificultades» para sentarse a negociar con esos expertos.
Cambio de postura
Incluso el Partido Demócrata (PD) de Pierluigi Bersani se ha desmarcado de su 'sí' inicial a Napolitano. A la coalición de centroizquierda ya no le resulta igual de seductora la idea de que decidan el futuro del país un grupo de diez personas. «La clasificación de lo que puede ser útil para Italia tiene en primer lugar a un Gobierno político y después a los distintos de Ejecutivos institucionales, de concertación u otras fórmulas», matizó el representante del PD en la Cámara Alta, Luigi Zanda, al diario 'La Stampa'.
Los «sabios» tampoco han podido esquivar las acusaciones que ya ponen en cuestión su valía. Uno de sus integrantes, el presidente del Instituto de Estadística Enrico Giovannini, ha sido puesto en entredicho por no concluir con éxito hace un año una comisión para reducir el sueldo de los parlamentarios. Otro de ellos, el senador Mario Mauro, también se ha visto envuelto en la polémica por pasar de las filas de Silvio Berlusconi a las de Monti. Aun así, el mayor malestar radica en que ninguna mujer ha sido invitada a formar parte del colectivo de expertos. «También hay talentos en femenino», reclamó la parlamentaria Emma Bonino.
Mientras, 'Il Cavaliere' sigue sin dar la cara. Aunque a través del portavoz del Pueblo de la Libertad (PDL), Renato Brunetta, ya se ha encargado de arremeter contra la decisión de Napolitano. En primer lugar, por no haberle consultado lo suficiente para elegir a los «sabios» y porque «ya basta de perder el tiempo y de hacer nuevas consultas».
El ex primer ministro -que a su vez tildó de «zombi» al Gobierno de Monti- exige que se forme de inmediato una coalición entre las principales formaciones o acudir a las urnas. Sabe que tiene ahora al electorado de su parte. Así lo refleja una encuesta del instituto SWG PoliticApp, que además de mostrar al PDL como la formación más apoyada, evidencia que el único que se ha beneficiado del caos político ha sido precisamente Berlusconi.