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Tendencias: tres en la cama

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El exmandamás de la UGT en Andalucía Juan Lanzas, dormía presumiblemente con su mujer, pero de forma indubitada lo hacía todas las noches con 82.000 euros. Los billetes de 500 euros deben tener la virtud de calentar la cama en invierno y enfriarla en verano. Son virtudes del color lila. Quizás por eso a los pobres chipriotas no les han dejado otra opción que seguir la tendencia impuesta por Lanzas, poner el dinero bajo el colchón, que allí sí que está a buen recaudo. Se impone en Europa meridional el «ménage á trois», como acuerdo doméstico de tres, para conformar un hogar.

Los ERE de Andalucía son una gran chapuza, a la vez que una situación de latrocinio sin igual. Así nos va. Solo cabe consolarnos con la desgracia ajena, allá en los confines del Mare Nostrum. Aquí se lo han llevado calentito. Y eso que Guerrero manifiesta que los de los ERE eran sólo 54 millones, porque en cursos de formación la cantidad ascendía anualmente a 290 millones. No sé lo que realmente pretendía transmitir con dicha afirmación, pero me temo lo peor. Al menos hemos podido observar los obstáculos y obstrucciones a la labor de investigación por la Guardia Civil cuando se ha tratado de investigar en el pasado esos temas. En Chipre lo que se investiga ahora es como conformar e institucionalizar el corralito. Los políticos de la Junta no están solos en los desaguisados, los chipriotas les siguen a la zaga. Pero lo peor de todo, es que no estamos hablando de un país africano, en la profundidad de la selva, sino de uno de la Unión Europea y perteneciente al Euro. Lo que viene a corroborar que la integración europea se hizo con los pies. El eurocorralito es una realidad. Parecía hasta ayer que ese término era de la exclusiva propiedad de la argentina peronista. María Cristina Fernández de Merkel lo ha impuesto en la propia Unión.

Chipre es un pequeño estado que representa menos del 0,2% del PIB europeo. Su banca se ha colapsado y arruinado al país, por su sobreexposición a la deuda griega. El estado griego ha quebrado al estado chipriota. En el fondo la quiebra de Chipre es muy similar a la islandesa de 2008. Tamaño desmesurado de su sector financiero con respecto al PIB, además de quebrado, alto porcentaje de depositantes extranjeros atraídos por altos tipos de interés. La diferencia proverbial entre ambos, que además ha supuesto para Islandia su salvación en poco tiempo: no pertenecer a la Unión. Eso le permitió actuar con independencia, recurrir al FMI, devaluar su moneda y favorecer a sus ahorradores, frente a los depositantes que lo eran de fuera. Se rechazó mediante referéndum la compensación con cargo los Presupuestos del Estado a los depositantes foráneos. En fin, a día de hoy Islandia redujo a una quinta parte su sistema bancario y crece al 3%, amén de haber conseguido mejoras sustanciales en la calificación de su deuda.

Puestos a dormir revueltos, recomiendo el frío del norte, al calor del sur.